Condenada una clínica dental por la muerte de una paciente que sufrió una hemorragia tras un tratamiento defectuoso

El Juzgado de Primera Instancia nº1 de Linares ha condenado a una clínica dental de Linares (Jaén) por la muerte de una paciente, de 64 años, tras recibir un tratamiento defectuoso, por lo que deberá pagar a la familia una indemnización de 63.901 euros más intereses, en concepto de daños y perjuicios. El fallecimiento de la mujer se produjo tras una hemorragia, broncoaspiración y Covid.

La paciente se sometió el 19 de febrero de 2020 a un tratamiento de implante dental en una clínica privada de esa localidad, tras lo cual sufrió una acusada hemorragia que “no fue atendida adecuadamente”, tal y como consta en la demanda presentada por el abogado Damián Vázquez, de la Asociación El Defensor al Paciente. Como la clínica no atendía las llamadas de la mujer, acudió al Centro de Salud de Bailén, donde le aconsejaron que acudiera urgentemente al Hospital San Agustín de Linares, donde finalmente falleció tras varios ingresos más adelante.

A pesar de que la paciente presentaba una pluripatología y tomaba medicación, la clínica le hizo todo el tratamiento de implantes en un mismo día, tanto en la arcada superior como inferior, lo cual a la familia le pareció exagerado. Tras la colocación de los implantes, la mujer salió de la clínica “sangrando y mareada” y, tras los intentos fallidos para que la clínica le atendiera, fue cuando acudió a los servicios de urgencias y a hospitales públicos.

En el Hospital Regional de Linares la paciente inició un cuadro de hipotensión “debido a la hemorragia y a un cuadro de hiperglucemia reactiva a la situación de estrés hemodinámico”. Tras pasar toda la noche ingresada en este centro hospitalario sin poder controlar la hemorragia, la paciente fue trasladada al Hospital Clínico de Jaén para que la atendieran especialistas en Maxilofacial. Una vez allí y tras realizarle una transfusión de sangre y aplicación de diferentes tratamientos, la paciente se estabilizó y se le dio el alta unos días después.

El día 28 de febrero, una semana después, acudió al Hospital San Agustín de Linares mediante el servicio de urgencias al presentar malestar general, disnea y fiebre, entre otro síntomas, y cuando ingresó le diagnosticaron neumonía de posible origen nosocomial. Tres semanas más tarde, tenía insuficiencia respiratoria parcial por covid-19 e infección respiratoria bronquial, complicaciones por las cuales terminó falleciendo.

No obstante, señala el abogado, “el comienzo del sangrado tuvo su origen en un incorrecto acto quirúrgico en la cirugía de implantes” de la mencionada clínica. Así, la sentencia establece la relación de causalidad entre la colocación de los implantes, que provocaron la hemorragia y, por consiguiente, “una broncoaspiración que a su vez provocó un cuadro de neumonía en una paciente de riesgo”. “Existió una negligencia médica odontológica. Se dejó ir a la paciente de la consulta aún con sangrado activo, sin control adecuado, y además sin contar dicha clínica con quirófano para la colocación de esos implantes o para atender cualquier problema que se pudiera presentar”, añade Vázquez.

La sentencia, indica, “supone un hito jurisprudencial” y aplica la teoría del daño desproporcionado, obligando a la titular de la clínica demandada a explicar las razones, ajenas a la cirugía practicada, que han sido causantes del fallecimiento.

La sentencia establece una indemnización de 63.901 euros, en concepto de daños y perjuicios, por el fallecimiento derivado de una negligencia médica, más intereses, y no consta que haya sido recurrida en apelación por la condenada.