Tras el batacazo electoral de este domingo en los comicios europeos, la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha decidido asumir responsabilidades. En una comparecencia ante los medios sin preguntas, Díaz ha anunciado su decisión de dejar los cargos orgánicos en Sumar, su proyecto político impulsado hace poco más de un año. “La ciudadanía ha hablado y voy a hacerme cargo”, ha señalado para anunciar que dejará su cargo como coordinadora general de Sumar.
Tras el 9-J, Yolanda Díaz ha vuelto a encadenar un nuevo fracaso electoral. Con poco más de un año de vida, el proyecto de la vicepresidenta ha ido perdiendo fuelle y ya se tambalea. Primero fueron las elecciones en Galicia, en las que Marta Lois, su candidata, se quedó fuera del Parlamento gallego. En el País Vasco, tan solo consiguió un parlamentario y en Cataluña, la coalición con los Comunes perdió dos asientos, pasando de ocho a seis.
Y este domingo, de nuevo, fue un mal día para los de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. Sumar logró casi los mismos votos que Alvise Pérez (Se acabó la fiesta): 800.763 papeletas consiguió el agitador sevillano frente a las 811.545 de Sumar. La coalición de Díaz se hizo con el 4,65% de los votos en las elecciones al Parlamento Europeo, frente al 3,27% de Podemos, que se quedó a un asiento de igualar a Sumar.
Deja la dirección tres meses después de ser ratificada como coordinadora
En este sentido, Yolanda Díaz ha abandonado este lunes un cargo en el que llevaba solo tres meses, ya que fue en marzo de este año cuando fue ratificada en la Asamblea constituyente del partido como coordinadora. La intención de la vicepresidenta pasa por seguir en el Gobierno, ya que tiene “mucho que avanzar” para conseguir resultados como los obtenidos en las elecciones generales del 23-J, cuando la coalición obtuvo 31 escaños.
Díaz ha sostenido que para la izquierda “no vale seguir a la defensiva” ni “salir a empatar” en las elecciones en un contexto en el que gana terreno “la internacional del odio en sus distintas expresiones”, en alusión a Vox o Alvise Pérez. ”Mi obligación, por tanto, es garantizar que el Gobierno de coalición progresista convierta ese mar de fondo lleno de odio y desafección en una ola de derechos y esperanza porque estoy convencida de que este Gobierno es la mejor herramienta para mejorar la vida de la gente”, ha defendido para aclarar que seguirá en el resto de sus cargos.
En su análisis de los resultados de Sumar, la coordinadora saliente ha lamentado los datos de participación de las elecciones europeas (apenas un 49,21% de la participación). “La ciudadanía no se equivoca cuando vota y tampoco se equivoca si decide no ir a votar”, ha destacado para achacar la abstención a la responsabilidad de los políticos. También a ella misma.
Cinco retos en el Gobierno
Con todo, Díaz ha reconocido que en “estos meses siento que no he hecho las cosas que debía hacer y las cosas que mejor sé hacer. La ciudadanía sin duda lo ha percibido”. Asimismo, ha lamentado que “la política” se haya dedicado “mucho más a sí misma que a los problemas de la ciudadanía”.
Dentro del Gobierno de coalición, ya no como líder de Sumar, Díaz ha prometido que dará la batalla contra la desafección política y “el oportunismo y cinismo” de la derecha y ultraderecha. Entre los retos a cumplir, la vicepresidenta segunda ha puesto el foco en la regulación de los precios de la vivienda en propiedad y alquiler, reducir la jornada laboral, una reforma fiscal para que “paguen quienes más tienen”, permisos retribuidos por hijos a cargo para luchar contra la pobreza infantil y acabar con el genocidio en Palestina.