Pablo Hernández de Cos abandona hoy su cargo como gobernador del Banco de España después de seis años al frente de la entidad supervisora y sin un claro sustituto para ocupar su puesto. En principio, será la actual subgobernadora, Margarita Delgado, la que ocupe la vacante de forma interina, hasta que el Gobierno elija un nuevo sucesor o sucesora que deberá, entre otras tareas, autorizar o no la opa hostil de BBVA sobre Banco Sabadell.
Por el momento, el Gobierno baraja una lista de candidatos, según ha reconocido el ministro de Economía Carlos Cuerpo. No obstante, reconoce que no hay prisa en nombrar al nuevo gobernador. En anteriores ocasiones, el nombramiento se producía después de que el partido en el gobierno y el de la oposición llegaban a un acuerdo. El primero elegía al gobernador y el segundo al subgobernador. Era un pacto no escrito que hasta ahora había funcionado y que en este momento parece imposible repetir.
Llegar a ese consenso es complicado, señalan los analistas, debido al distanciamiento que existe entre ambos partidos como ha quedado patente en que después de más de cinco años no han conseguido renovar el Consejo General del Poder Judicial.
Entre los partidarios de un acuerdo entre PSOE y PP para nombrar al gobernador destaca el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, no en vano, en su etapa como Ministro de Economía del PP acordó con el PSOE nombrar en 2012 a Luis María Linde gobernador del Banco de España, y a Fernando Restoy subgobernador.
Seis años “complicados”
Pablo Hernández de Cos ha elegido para despedirse de su cargo el blog del Banco de España en el que ha incidido en que si la tarea al frente del supervisor “es compleja de por sí”, en los seis años en los que él ha estado al frente, desde 2018 a 2024, “ha sido un período particularmente complicado” , “plagado de sobresaltos” y marcado por “acontecimientos inauditos como la pandemia y los “vaivenes de la economía y de la inflación”.
Recuerda que el primer y principal acontecimiento que tuvo que afrontar fue la pandemia que paralizó la actividad global. Pero no fue el único, tras la reactivación económica, le siguió la inflación “que despertó con fuerza”. Más tarde, la invasión rusa de Ucrania “avivó la inflación y complicó la recuperación” y en 2023 una crisis bancaria en Estados Unidos y Suiza “amenazó al sistema financiero global, aunque finalmente el impacto fue limitado”. Más recientemente, “Gaza ha añadido un nuevo foco de incertidumbre”, indica Hernández de Cos..
Tras superar estas tormentas casi perfectas, la situación económica “se ha estabilizado y hemos recuperado el nivel de renta per cápita previo a la pandemia”, explica.
Además, reconoce que la lucha contra la inflación “va por buen camino, lo que nos ha permitido comenzar a reducir los tipos de interés en la que fue mi última reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo”. A lo que se suma que se ha mantenido la estabilidad financiera y “nuestro sistema bancario cuenta hoy con mayores niveles de solvencia y liquidez”.
Mejorar la renta per cápita
No obstante, no todo es positivo, reconoce Hernán de Cos. A su juicio, “Europa se está quedando atrás con respecto al resto de grandes economías” y España “lleva ya más de una década sin conseguir converger de modo sostenido en renta per cápita con el resto de nuestros socios europeos”.
Por ello, considera que revertir estas tendencias “requerirá ambición y grandes acuerdos políticos”. Todo ello en un contexto en el que “seguimos inmersos en una era de incertidumbre y transformaciones que exige mantener la alerta”.
De cara al futuro, el hasta ahora gobernador, cree que la flexibilidad y capacidad de adaptación van a seguir siendo esenciales en el Banco de España. En este sentido, “será necesario seguir avanzando en estas dimensiones”, ya que así se podrá garantizar una respuesta “transversal, integral y ágil a los múltiples retos a los que el Banco de España se enfrentará en los próximos años”.