La princesa Amalia de Holanda está protagonizando titulares en la prensa internacional por un inesperado movimiento que se ha hecho público. Tres años después de renunciar a su asignación personal por parte del Gobierno de Países Bajos, la primogénita de los reyes Guillermo y Máxima ha solicitado al Ejecutivo recuperar esa paga y ahora ha explicado por qué ha tomado esta decisión.
En una carta dirigida al primer ministro neerlandés, Mark Rutte, la princesa ya expuso sus motivos para dar marcha atrás en su renuncia a los 1,5 millones de euros anuales de su asignación. Tras conocerse la existencia de esa solicitud, Amalia fue preguntada al respecto en una rueda de prensa tras el posado de verano de los Orange el pasado viernes en los jardines del Palacio Huis ten Bosch, en La Haya.
Después de posar para los fotógrafos, la heredera atendió a los medios junto a sus padres y su hermana menor, Alexia, mientras que Ariane, todavía menor de edad, no estuvo presente en la rueda de prensa. Así, la princesa tuvo que explicar qué hará con el dinero que ahora sí percibirá.
Aunque este cambio se entendió como un paso adelante de Amalia en su rol institucional, lo cierto es que seguirá centrada en sus estudios y sin asumir funciones en la Corona. Entonces, ¿por qué ahora sí va a quedarse los 1,5 millones de euros? Según ella misma ha afirmado, lo que hará con ese montante es “guardarlo”.
Mantiene una renuncia
Lo cierto es que, tal y como ha recalcado la casa real holandesa, desde que Amalia renunciase a su asignación, en junio de 2021, se dejó abierta la posibilidad de utilizar los 1,5 millones que le corresponden del presupuesto si surgían gastos extra en su preparación como futura reina. Sin embargo, la princesa seguirá renunciando a los 300.000 euros correspondientes a su asignación personal hasta que termine sus estudios en la Universidad de Ámsterdam.
Pese a las explicaciones de la casa real neerlandesa, lo cierto es que esta decisión ha generado un gran revuelo en Países Bajos, ya que en su momento fue muy aplaudido el gesto de la monarquía para que la princesa siguiera los pasos de Elisabeth de Bélgica y renunciase a su paga hasta terminar su formación académica.
Otra representante de esta generación de royals es la princesa Leonor, que actualmente tampoco percibe ninguna asignación por parte de los presupuestos generales del Estado. Cuando concluya su formación militar y universitaria y asuma un rol protagonista en la agenda de la Casa Real, será el rey Felipe VI quien decida qué parte de la asignación que percibe la institución percibirá la heredera.