La Dirección General de Tráfico (DGT) ha introducido una nueva señal que indicará el principio de una carretera 2+1, una configuración vial que promete cambiar la manera en que se realizan los adelantamientos en ciertas vías de España. Esta señal marca el comienzo de una carretera que consta de tres carriles de circulación, permitiendo la circulación en ambos sentidos, donde el carril central está destinado a la maniobra de adelantamiento, reservado alternadamente para uno y otro sentido de circulación. Además, esta señal puede también indicar el ramal de un nudo que conduce a una carretera 2+1.
El nuevo Reglamento General de Circulación trae consigo varias nuevas señales que pronto comenzaremos a ver en las calles y carreteras de todo el país. De acuerdo a Ana Blanco, subdirectora adjunta de Circulación en la DGT, esta “actualización” tiene múltiples objetivos, según publica la revista de la DGT. El primero es “adecuar aspectos de la señalización, especialmente algunos de mayor antigüedad, a los cambios en el ámbito de la movilidad, en especial en lo relacionado con las modificaciones tecnológicas de los vehículos y otros aspectos, garantizando la adecuada comprensión por parte de todos los usuarios para garantizar la seguridad vial y los desplazamientos eficientes”.
El segundo objetivo responde a las peticiones de ayuntamientos y el Congreso sobre la adecuación de la señalización del tráfico a los nuevos aspectos tecnológicos, de movilidad e igualdad de género, y establecer una base homogénea ante nuevas regulaciones como las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
El tercer objetivo es lograr un procedimiento más ágil para actualizar los catálogos de señalización vertical y de marcas viales, adecuando a futuras necesidades tecnológicas, de regulación del tráfico, de seguridad vial y otros aspectos pertinentes. Antes, la modificación del catálogo de señales era complicada debido a su inclusión en el Reglamento aprobado por Real Decreto. Ahora, ambos, señales y significados, figuran en el Anexo, lo que permite una actualización más coherente y estructurada, conjugando la necesidad de responder a nuevas exigencias e innovaciones tecnológicas.
Mejora de la visibilidad de las señales
Otro objetivo significativo de esta norma es mejorar tanto la comprensión como la visibilidad de las señales, modernizar ciertos pictogramas, responder a las necesidades de peatones y ciclistas, y adecuar el tamaño de las señales para hacer más eficiente y sostenible su fabricación. También se destacan mejoras en la información de gasolineras, con disponibilidad de nuevos combustibles o fuentes de energía, y la inclusión de señales de aparcamiento con información más específica.
La unificación de señales se ha tornado esencial, ya que cada ciudad había aprobado sus propias versiones, lo que provocaba confusión. Blanco subraya que cuando algún responsable municipal o autonómico detectaba una necesidad de señalización no recogida en el Catálogo, ideaba una señal bajo una norma propia, creando disparidades entre municipios.
La revisión y adecuación de las señales ha generado un notable interés social, reflejado en más de 160 alegaciones y observaciones durante el período de Información Pública. Este feedback mejora considerablemente el texto, como comenta Antonio Pérez Peña, jefe del Servicio de Señalización de la Dirección General de Carreteras, destacando la importancia de escuchar a colectivos, administraciones, asociaciones y a la sociedad en general.
Cualquier cambio en la señalización influye positivamente en la seguridad vial. Numerosos estudios citan la importancia de una adecuada señalización para reducir la accidentalidad. En 1998, un estudio del Ministerio de Fomento mostró que la actualización de la señalización reducía el riesgo de mortalidad un 39%, con un rápido retorno de inversión en términos de coste-beneficio. La señalización circunstancial también es crucial, ya que permite avisar rápidamente sobre incidencias y circunstancias peligrosas.