Qué perros pueden ir a cualquier tipo de playa, según la ley española

En España cada vez más personas conviven con mascotas y de todas, los perros siempre son los más elegidos. Un compañero que puede aportar mucho, pero también hay que saber que viene acompañado de una serie de responsabilidades y obligaciones. Una de las principales es saber que no es un juguete, por lo que no se puede dejar solo durante largos períodos de tiempo.

Un tema que puede llegar a ser problemático cuando se tiene la intención de viajar, ya que hay que planear bien el destino para no infringir ninguna ley con nuestro amigo canino. La playa puede parecer una buena opción para quitarse de problemas, al ser un lugar natural y de libre acceso. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado, porque en España existe una serie de limitaciones que afectan a los perros en las playas.

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Las playas vienen reguladas a nivel nacional en la Ley de Costas (Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, desde 2013 modificada por la Ley 2/2013, de 29 de mayo), cuyo objetivo es la protección, conservación y utilización de estos lugares. En este texto no viene nada mencionado sobre los perros, lo que significa que no aplica ninguna prohibición, pero tampoco lo permite expresamente.

De lo que si habla es de que hay que mantener las condiciones de limpieza y salubridad de las zonas de baño, por lo que tendrán que ser los propios ayuntamientos los que regulen este tema en sus ordenanzas municipales. Esto significa que depende mucho del destino elegido, si se podrá ir acompañado con un perro o no.

Es importante saber que incluso existiendo una prohibición expresa de estos tipos de animales, siempre hay unas excepciones. Estos son los perros que por diferentes motivos tienen permitido el acceso a cualquier lugar. Los perros que podrían entrar a la playa con total libertad, son los perros lazarillo, guías, de salvamento o de asistencia, es decir, perros autorizados, que tendrán acceso independiente a toda ordenanza municipal.

En el caso de no cumplir con la normativa e infringir la prohibición de ir a la playa con el perro, las multas pueden ir desde los 90 euros. En casos graves y reincidentes la sanción puede llegar hasta los 3.000 euros y siempre tendrán que ser los policías locales los que denuncien este tipo de infracciones.

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Que una playa si permita el acceso a perros, no significa que no haya que cumplir con una serie de requisitos para acceder a la misma. El animal tiene que tener la cartilla de vacunaciones al día y debe llevar siempre el microchip obligatorio. Los dueños tendrán que hacerse cargo siempre del animal, recogiendo sus excrementos y controlarlos en todo momento para evitar conflictos con otros bañistas.

A parte, es importante no olvidarse nunca del bienestar del propio animal, sobre todo en playas más salvajes, que no cuentan con servicios o fuentes de agua dulce cerca. En estos casos es necesario llevar agua y comida suficiente para toda la jornada, en los recipientes correspondientes. Por último, tomar las medidas necesarias para evitar golpes de calor.