Pedro Sánchez ha convertido la imputación de su esposa en su caballo de batalla para las elecciones europeas del 9 de junio. Tras la decisión del juez Juan Carlos Peinado de citar como investigada a Begoña Gómez, el presidente del Gobierno puso en duda esta acción, ya que le “resulta extraño” que se anuncie solo cinco días antes de que se celebren elecciones al Parlamento Europeo.
En una nueva carta a la ciudadanía, Sánchez trasladó que tanto él como su mujer están “absolutamente tranquilos”. Lejos de la imagen proyectada el pasado 24 de abril a través de la misiva en la que amagaba con dimitir después de que Juan Carlos Peinado abriera diligencias contra Gómez, la imputación de su esposa hace más fuerte al secretario general del PSOE, que ya decidió quedarse al frente de la Presidencia del Gobierno tras cinco días de reflexión.
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“Quiero decirle que mi decisión de continuar al frente de la Presidencia del Gobierno es más firme que nunca. Que la tarea que tiene el Gobierno de coalición progresista es más necesaria que nunca”, aseveró el presidente del Ejecutivo este martes por la tarde. En plena recta final de la campaña de los comicios, presentados por Alberto Núñez Feijóo como un plebiscito contra el líder del Ejecutivo, Sánchez ha augurado “una cuidada coreografía diseñada por la coalición ultraderechista para intentar condicionar las elecciones y debilitar al Gobierno”.
Ante la posibilidad de que este asunto se le vuelva en contra, el líder del PSOE anticipa todavía “mucho ruido y aún más furia en tabloides digitales nacidos para propagar bulos, en platós de tertulias televisivas y radiofónicas al servicio de amplificar esa desinformación, y en tribunas donde se rasgarán las vestiduras el Sr. Fejoo y el Sr. Abascal”. En su opinión, “todo, mentira. Un gran bulo. Uno más. En lo que respecta a mí, no le quepa duda de que no me quebrarán”, ha añadido.
En este sentido, si Feijóo ha convertido la causa contra Begoña Gómez en una causa contra Pedro Sánchez, “acorralado por la corrupción”, el presidente del Gobierno aprovechó esta cuestión para llamar a las urnas el próximo domingo: “Dado que tratan de interferir en el resultado electoral del próximo día 9 de junio, ojalá sus promotores –el Sr. Feijóo y el Sr. Abascal–, encuentren la respuesta que merecen en las urnas: condena y rechazo a sus malas artes. Quedan unos días de ruido antes de las elecciones y unos pocos más antes del verano. Pero también quedan más de tres años de Gobierno, de progreso y de avances”, pronunció en una carta publicada en la red social X.
Moncloa ve en la imputación un interés para beneficiar al PP
Aunque ni él ni nadie en el Gobierno se atreven a acusar al juez de “prevaricación” por este nuevo paso en la causa abierta en el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, Sánchez subrayó el hecho de que imputara a su mujer a cinco días de las elecciones. “Habitualmente, se ha seguido la regla no escrita de no dictar resoluciones susceptibles de condicionar el desarrollo normal de una campaña electoral y, por tanto, el voto de los ciudadanos. En este caso, resulta evidente que esta práctica no se ha respetado”.
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La imputación de Begoña Gómez por tráfico de influencias y corrupción en los negocios a cinco días de las elecciones europeas provocó “extrañeza” en las filas del Ejecutivo, tal como resumió la ministra portavoz, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En privado, el Gobierno no duda en señalar que esta decisión pretende beneficiar al PP.
Voces de la parte socialista del Ejecutivo desdeñan la citación de Gómez, que se anuncia con más de un mes de antelación y en plena recta final de la campaña de las elecciones europeas, en la que la trayectoria ascendente del PSOE amenaza una victoria del PP. En este sentido, achacan esta decisión a un intento de “ayudar a una determinada formación política”.
Estas fuentes reprochan que si el juez no hubiera querido “influir” en la campaña, “lo normal es que no hagas nada”. “En campaña, las actuaciones judiciales se ponen en stand by”, apostillan tras apuntar que la citación se produce sin escuchar todavía el testimonio de los cinco testigos llamados a declarar. Se trata de cinco altos cargos de Red.es, la empresa pública que adjudicó a las sociedades de Carlos Barrabés los contratos públicos examinados por el juez. No obstante, Peinado decidió también este martes aplazar estos testimonios junto con el del empresario Barrabés.
En resumen, en Moncloa califican esta acción de “burda”, pero estiman que “no afectará al electorado”. Es más, otras voces de la parte socialista del Ejecutivo creen que el hecho de que el juez impute formalmente a Gómez en el sprint final de la campaña podrá “activar al electorado porque desde primera hora se ha visto que había una estrategia”. Esta es precisamente la tesis que quiere abonar el Gobierno acerca de la polémica judicial que afecta a Begoña Gómez, una causa que el PP utiliza para acusar al jefe del Ejecutivo de estar “acorralado por la corrupción”.
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Tanto el Gobierno como el PSOE ponen el foco en el informe preliminar de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que después de analizar las acusaciones recogidas en la denuncia de Manos Limpias, no vio indicios de delito en la actuación de Begoña Gómez. Asimismo, cabe recordar que la Fiscalía solicitó el archivo de las diligencias previas justo después de producirse su apertura, aunque la Audiencia Provincial de Madrid avaló la investigación dirigida por el juez Juan Carlos Peinado.
La imputación amenaza con polarizar aún más la campaña
“Lo que hay es una campo del fango, de la derecha y la ultraderecha, de Feijóo [PP] y Abascal [Vox] y grupos ultraderechistas, como Manos Limpias y Hazte Oír. Esta es la vergonzosa oposición que tiene este país, fango y más fango”, añadió Alegría. Y, aunque manifestó que el Ejecutivo “respeta las decisiones del Poder Judicial”, recordó que la denuncia presentada por la cuestionada organización Manos Limpias, el pseudosindicato encabezado por Miguel Bernad (vinculado a la ultraderecha), está basada “en mentiras y bulos de tabloides digitales”.
Desde Ferraz señalan sin reparos la “filtración de llamar” a declarar a Begoña Gómez con un mes de antelación, antes de escuchar otras declaraciones, a pesar del informe de la UCO y a cinco días de unas elecciones. “Esta filtración pretende claramente influir en el transcurso normal que se desea para todo proceso electoral”, apostillan fuentes del cuartel general de los socialistas, que acusan a Feijóo de “ligar su destino a la ultraderecha con una forma de actuar que denigra la política, y retrata claramente al personaje”.
En el PSOE enmarcan esta nueva acción judicial dentro de la consigna defendida por el expresidente del Gobierno y exlíder del PP José María Aznar contra el Gobierno por la aprobación de la ley de amnistía (”El que pueda hacer, que haga. El que pueda aportar, que aporte”). Contra esa doctrina, los socialistas llaman a votar el 9 de junio: “El que pueda votar, que vote, y lo haga para parar a la ultraderecha de Feijóo y Abascal. Para derrotar a la máquina del fango de la derecha y la ultraderecha”, rematan fuentes de Ferraz.
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Después de la carta a la ciudadanía, en el PP creen que Pedro Sánchez “debería dejarse de cartas enlatadas” por redes sociales y someterse “de una vez” a una rueda de prensa con “preguntas ilimitadas”. Más allá de que Feijóo pidiera a Sánchez asumir su “responsabilidad política” por la imputación de su mujer, fuentes de Génova exigen al líder del Ejecutivo “explicaciones ante los españoles por unos hechos que no son ni éticos ni estéticos”.
Asimismo, el PP reprocha a Sánchez que “acuse a los jueces de perseguirle por motivos políticos”: “Es de una gravedad extrema, que exige pruebas o rectificación inmediata”. Y aprovecha la ocasión para pescar entre los votantes socialistas “abochornados” por la actitud del presidente. “Ante escándalos sin precedentes como éste, en democracia no se escriben cartas, sino que se da la cara”, apostillan fuentes populares.
A cinco días para el 9-J, la imputación de Gómez amenaza con polarizar aún más el periodo electoral. Esta decisión llega en pleno auge del PSOE, que desde el inicio de la campaña ha estrechado su distancia con el PP, el partido al que todas las encuestas (menos el CIS) señalan como ganador. En este sentido, la decisión de citar a la esposa de Sánchez abre una lucha sin cuartel entre PSOE y PP en la carrera para movilizar a su electorado.