El móvil económico en el caso Ana María Henao: su exmarido vendió una decena de pisos por más de 10 M de dólares antes y después del crimen

A David Knezevich no le preocupaba perder el amor de Ana María Henao, sino su patrimonio millonario. La Policía Nacional y el FBI estadounidense continúan buscando el cuerpo de la empresaria colombo-estadounidense en el entorno de la autopista A-2 mientras reconstruyen los pasos del principal y único sospechoso, al que un juzgado de Violencia sobre la Mujer de Madrid investiga por un delito de homicidio o asesinato a la vez que permanece en prisión provisional en Miami.

El sumario del caso, al que ha tenido acceso Infobae España, recoge infinidad de pruebas que apuntan a una misma dirección: David Knezevich se desplazó desde Belgrado (Serbia), su localidad natal, hasta Madrid para acabar con la vida de su todavía esposa la noche del pasado 2 al 3 de febrero. Lo hizo entre las 21:53 y las 2:56 horas en el piso de la calle Francisco Silvela de la capital, donde Ana María había encontrado refugio para tomar distancia con un tormentoso proceso de divorcio.

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La ruptura se remonta a comienzos del año 2023. La pareja, con 13 años de matrimonio y propietaria de dos empresas que facturaban millones de euros al año en el sur de Florida, empieza a tener problemas, buena parte de ellos causados por los rasgos de personalidad narcisista que le habían detectado a Knezevich. Ana María da el paso e inicia los trámites de divorcio, que incluían el reparto del patrimonio de la pareja, superior a 15 millones de dólares solo en bienes inmuebles.

Desde un primer momento, la desaparecida ofreció a su marido un reparto equitativo del 50 por ciento del patrimonio, a lo que éste se opuso. Su petición no bajaba del 75 por ciento. El proceso del divorcio hizo caer a Ana María en una depresión y acabó mudándose a Madrid, a más de 7.000 kilómetros de Fort Lauderdale, donde vivía junto a su familia.

Los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional concluyen en un reciente informe que el “móvil económico” es el “desencadenante” de la desaparición de Ana María Henao. Remarcan que la pareja era propietaria de “15 viviendas en el sur de Florida” y hacen hincapié en que Knezevich, el 30 de octubre de 2023, “transfirió el título de su propio nombre al de una empresa de su propiedad, obteniendo una hipoteca de 1.100.000 dólares”. Después, el serbio vendió una decena de viviendas entre diciembre de 2023 y febrero de 2024, la última el día 26, tres semanas después de la desaparición de Ana María.

Fue precisamente su hermano, Felipe Henao, quien interpuso una demanda ante un tribunal de Florida para constituirse como “curador” del patrimonio de la víctima a fin de evitar que Knezevich, mientras se sabía investigado, continuara vendiendo el patrimonio que pertenecía a la empresaria colombo-estadounidense.

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La familia de Ana María Henao, a través del abogado de SOS Desaparecidos Juan Manuel Medina, solicitó que la citada demanda se aportase a la causa que se sigue en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 9 de Madrid, pero la jueza lo denegó al entender que no guardaba relación con los hechos.