Si algo tienen en común todos los ciudadanos españoles es el pago de impuestos y la cotización a la Seguridad Social. Ningún trabajador se libra de aportar mensualmente una determinada cantidad al Estado. Estas cotizaciones son de carácter obligatorio y cada empleado tiene que asumirlas indirectamente al estar desarrollando una actividad laboral. Sin embargo, a cambio de estas aportaciones al Gobierno, los ciudadanos pueden hacer uso de bienes públicos y subvenciones y ayudas como las tres más conocidas: pensiones de jubilación, maternidad o incapacidad, además de otras.
Es necesario recordar que las bases de cotización, con las que se calculan las pensiones, dependen de la remuneración total que percibe mensualmente el trabajador. Además, se irán modificando a lo largo de los doce meses, según las percepciones con vencimiento superior al mensual y, por tanto, no son fijas e iguales para todos los ciudadanos. Dependiendo de la función y categoría profesional del empleado y las variaciones del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la cuantía variará. Si cobras más, cotizarás más.
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Revalorización de las pensiones
En este escenario entra en juego la reforma de pensiones aprobada en marzo de 2023 por el entonces ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Este prometió que introduciría cambios significativos en la base máxima de cotización. Esta medida formaba parte de un plan diseñado por el Gobierno para demostrar a la Comisión Europea la sostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones, centrándose en mejorar los ingresos por cotizaciones sociales sin reducir el gasto.
La modificación incluye la aplicación progresiva de medidas acordadas con la Comisión Europea, entre las cuales se encuentra el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), conocido como ‘sobrecotización’. Este mecanismo se sitúa actualmente en el 0,7%. En cuanto a la base máxima de cotización, esta subirá en el mismo porcentaje que se hayan revalorizado todas las pensiones en su modalidad contributiva (que será la media del IPC en los 12 meses previos a diciembre) más el 1,2%.
Teniendo en cuenta que las pensiones se han revalorizado en un 3,8% en 2024, se estableció que las bases máximas de cotización se revalorizasen en un 5%. En 2023, el tope máximo de las bases de cotización se situaba en 4.495,50 euros mensuales (53.946 al año). Si a esto se le añade el 5% correspondiente, el resultado es que la base máxima de cotización en 2024 será de 56.643,3 euros anuales.
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Base máxima de cotización
La base máxima de cotización en España es el límite superior sobre el cual se calculan las contribuciones a la Seguridad Social por parte tanto del trabajador como del empleador. Esta cifra es fundamental para determinar tanto las aportaciones a la Seguridad Social como las prestaciones que se pueden recibir, como pensiones o subsidios.
Cobrar más implica que, si un trabajador tiene un salario superior a la base máxima de cotización, tanto él como su empleador no aportarán a la Seguridad Social por el excedente sobre esa base. Esto significa que, aunque su salario bruto sea mayor, las cotizaciones y futuras prestaciones se calculan hasta el límite de la base máxima de cotización, lo que puede afectar prestaciones como la pensión de jubilación.