Más de 22 años han estado Imanol Arias y Ana Duato protagonizando la serie ‘Cuéntame cómo pasó’. Ahora la Fiscalía pide para ellos alrededor de 30 años y multas millonarias por formar parte del ‘caso Nummaria’ en el que se creó una estructura de sociedades para defraudar a Hacienda. El juicio comenzó el pasado martes y se espera que se alargue hasta septiembre de este año.
En la trama están otros 30 acusados, entre los que se encuentran el productor de la serie y marido de Duato y la hermana del actor. Para Duato, Anticorrupción reclama 32 años de cárcel, mientras que Arias se enfrenta a 27 años de prisión. Por su parte, la Abogacía del Estado --que representa a la Agencia Tributaria en el procedimiento-- pide similares penas: 28 años para ambos y multas que suman aproximadamente 16 millones de euros, según lo recoge Europa Press. El actor se ha declarado culpable para evitar la cárcel, mientras que su compañera sí va a luchar por su inocencia.
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Una estructura para defraudar
En el auto de apertura de juicio oral, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, Ismael Moreno, concluyó que el despacho de abogados Nummaria creó una estructura de sociedades “cuya única finalidad era la de evitar la tributación de los ingresos generados por su actividad profesional y mantener oculto el patrimonio acumulado de los beneficios que ésta les generó”.
Dentro de esta estructura, según la acusación, Imanol Arias tuvo una organización que le permitió ocultar al fisco parte de sus rentas, principalmente procedentes de su participación en la serie de televisión Cuéntame. De acuerdo con el escrito de Anticorrupción, las cuotas presuntamente defraudadas en su IRPF ascenderían a 2,7 millones de euros. Por este motivo, al actor se le imputan en total seis delitos contra la Hacienda Pública, todos ellos referidos al pago del IRPF de los años comprendidos entre 2010 y 2015, ambos inclusive.
Por su parte, Ana Duato defraudó la cantidad de 1,9 millones de euros a Hacienda, y se le imputan siete delitos fiscales relacionados también con el IRPF. En su caso en dos periodos: el de 2010-2012, y el comprendido entre 2014 y 2017.
El ‘cerebro’ del entramado
Sin embargo, el ‘cerebro’ del entramado sería el propietario del despacho Fernando Peña, que habría defraudado 15,7 millones de euros. En este caso, la Fiscalía le acusa de 68 delitos por los que se le piden 298 años y 9 meses de prisión. Entre esos delitos están los de organización criminal, el de estafa procesal, un delito de falsedad de documento mercantil, dos delitos de insolvencia y decenas contra la Hacienda Pública.
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Según Anticorrupción, Peña controlaba un sistema para evadir impuestos que implicaba a su hijo Pedro Ángel Peña Bello y a los jefes de departamento José Luis Álvarez García, Pedro Mena Regodón y Francisco Javier Gómez Gutiérrez. Estos actuaban de manera coordinada bajo su dirección desde 2005, con funciones repartidas entre ellos para mantener su actividad ilícita.
El esquema utilizado mantenía oculta la titularidad de las sociedades, evitando contingencias fiscales por IRPF y problemas relacionados con el reparto de beneficios y ganancias patrimoniales no justificadas. Para lograrlo, evitaban que la facturación a clientes se realizara desde las sociedades operativas, desviándola hacia sociedades bajo el régimen de atribución de rentas, simulando así la salida de las mismas de España sin tributación.
El instructor del caso explicó cómo este sistema permitía a clientes como Arias y Duato evadir el pago de impuestos, mediante la facturación y el desplazamiento de rentas hacia sociedades que finalmente simulaban salidas sin tributación.
(Con información de Europa Press)