España afronta un verano de “irregularidades” en la contratación de médicos. Ante la falta de facultativos, algunas comunidades autónomas han optado por incorporar a sus plantillas a personas que no han pasado por la Formación Sanitaria Especializada. Todos ellos cuentan con el graduado, pero o bien no han pasado por la residencia o no han terminado los cuatro o cinco años de MIR.
Varias autonomías han llamado la atención del Ministerio de Sanidad ante la falta de médicos para el verano. Un total de 13 comunidades, todas ellas gobernadas por el PP, pidieron a la ministra la convocatoria urgente de un Consejo Interterritorial Extraordinario para abordar la carencia de profesionales en la atención primaria, un problema “del conjunto de España”, aseguraron desde Galicia. Este encuentro tendrá lugar finalmente el próximo 5 de junio, si bien Sanidad ha recordado que “este asunto ya se trató” en el último interterritorial.
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Desde el Ministerio, achacan esta situación al descuadre que originó en la formación de los sanitarios la pandemia del Covid-19, que retrasó el inicio de las residencias al mes de septiembre, cuando normalmente comienzan en mayo. Por eso, durante este verano habrá una promoción menos de especialistas. No obstante, coexistirán dos generaciones de cuarto año, una situación que se repetirá en 2025 con los de quinto.
Una atención primaria desatendida
La rama más dañada por este descuadre es la de Medicina Familiar y Comunitaria, especialmente en el ámbito de la atención primaria. Esta especialidad ya lleva maltratada desde hace tiempo, algo que se ha visto en la última convocatoria del MIR: se han quedado vacantes 459 plazas en toda España. Hay estudiantes que incluso prefieren repetir el examen que prepararse para ser médico de familia.
Las condiciones laborales tienen mucho que ver en esto y parte del problema está en la financiación: la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) denunciaba a finales de febrero “una situación de insuficiencia financiera”, pues en ninguna región se alcanza el presupuesto mínimo recomendado por la OMS (25% del total destinado a Sanidad). A su vez, se ha visto un aumento generalizado de los pacientes atendidos por cada facultativo. La mayoría de las comunidades (59,35%) superan el límite para garantizar una adecuada atención sanitaria (1.500 pacientes por profesional) y en algunas los médicos de familia tienen asignados más de 2.000 pacientes.
Un informe del Sindicato Médico de Granada apunta, además, al efecto que tuvieron los “drásticos recortes” de plazas MIR entre 2010 y 2019 y asegura que, en ese periodo, se podrían haber formado 4.813 nuevos especialistas “que ahora echamos en falta”, especialmente en la Medicina Familiar y Comunitaria. La convocatoria de 2024 aumentaba las plazas disponibles para el MIR, pero ni siquiera esas parecían suficientes para suplir la demanda del sistema actual: existen 36.247 médicos de familia en la atención primaria en España y más del 60% supera los 50 años de edad, según datos del Ministerio de Sanidad. A su vez, el 33,2% tiene más de 60 años. Las jubilaciones están cerca, y no hay disponibles suficientes especialistas en formación que vayan a cubrir esos puestos.
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Contratos excepcionales para suplir la demanda
Ahora, son varias las comunidades autónomas que han decidido incorporar a su plantilla médicos sin especialización, y no es la primera vez que lo hacen. Ya en la pandemia, un real decreto permitió la contratación excepcional de médicos graduados que aún no hubiesen cursado el MIR.
Con la escasez de médicos, algunas regiones han continuado con esta práctica. Según adelantó el diario Hoy, Extremadura incorporará profesional sanitario extracomunitario que, si bien tiene su título homologado, no cuenta con la especialidad. Las contrataciones se centran en la atención primaria, especialmente en zonas rurales. Castilla y León realiza una estrategia similar desde finales de 2023: el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, reconoció haber empleado a 235 facultativos sin la especialidad.
Desde la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), aseguran que esta situación se da en otras autonomías. En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, los contratos incluyen una cláusula para rescindir la relación laboral en caso de que lleguen especialistas; en Aragón, un decreto nacional ha permitido fichar a médicos no especialistas -según el sindicato-; y en Madrid o Murcia se han realizado procesos de estabilización que han admitido a facultativos sin el MIR.
Mónica García: “Hay mucha irregularidad”
Las organizaciones sindicales cuestionan la legalidad de esta práctica, que no se ajusta a los criterios europeos y la legislación española vigente. “Esta práctica es recurrente en todas las comunidades autónomas”, aseguran en un comunicado, y añaden “que los intentos de impugnación legal se ven obstaculizados por la urgente necesidad de profesionales sanitarios en todo el país”.
En declaraciones a la prensa recogidas por este medio, la ministra de Sanidad, Mónica García, aseguró que “hay mucha irregularidad entre las diferentes comunidades” respecto a las contrataciones de verano, cuando “los profesionales disfrutamos de las vacaciones”. García aseguró que “los que lo han planificado y han estado haciendo un trabajo previo” en relación a la organización de los MIR que terminan su formación en septiembre, tendrán “menos problemas”.
“El verano es un momento en el que siempre nuestro sistema sanitario se duele de la falta de recursos y de la falta de planificación. Pero hay comunidades que han hecho su trabajo, que han hecho su planificación y que no van a tener un verano diferente al que han tenido antes”, concluyó.