Los datos son relevantes. En diciembre de 2019, la Comunidad de Madrid tenía contabilizados 685 puntos de juego en la región, de los que 368, es decir, el 53%, se encontraban en la capital. Era el ‘boom’ de este tipo de locales y la proliferación de los mismos en muchas calles de nuestras ciudades. Los puntos se distribuían de la siguiente manera: cuatro casinos, 33 bingos, 488 salones de juego y 160 casas de apuestas. Ese año 2019 un estudio realizado por la antropóloga Cristina Barrial y el economista Pepe del Amo identificaba cuáles eran los criterios para abrir este tipo de establecimientos: la renta media del barrio, la cantidad de población migrante y las tasas de desempleo. Cuanta menos renta, más población migrante y más paro, más salones de juegos y casas de apuestas.
La Comunidad de Madrid presidida por Isabel Díaz Ayuso tomó, en principio, medidas. En noviembre de 2019 aprobó un decreto que suspendía la concesión de nuevas autorizaciones de apertura de este tipo de locales, una suspensión que se prorrogó hasta mayo de 2022. “Es un problema de salud pública que se ceba con menores y sectores sociales muy concretos”, señaló entonces la presidenta madrileña. El Ejecutivo autonómico ya había obligado a estos establecimientos a instalar controles físicos en su entrada que impidieran el acceso de menores y prohibió abrir salones de juegos y casas de apuestas a menos de 100 metros de centros educativos. Pero había matices. “No prohibimos las licencias, no las paramos, estudiamos su proliferación”, explicó Ayuso. De hecho, en septiembre de 2021 los salones de juego habían crecido de 488 a 516. Lo que habían bajado eran las casas de apuestas: de 160 a 94.
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¿Cuál es la situación ahora en 2024? El diputado socialista Javier Guardiola quiso conocer cuantas casas de apuestas tenían licencia en toda la Comunidad de Madrid y obtuvo la respuesta por parte del Gobierno regional: solo 64, 33 de ellos en la capital, cuando hace cinco años había 160. Los salones de juego también se han reducido, vuelve a haber 488. También hay cuatro casinos y 38 bingos. En total, 594 puntos de juego. Lo más llamativo es la reducción de las casas de apuestas, un 150% menos. ¿Por qué? Juan Lacarra, secretario general de la Asociación Española de Empresarios de Salones de Juego y Recreativos (ANESAR) cree tener la respuesta.
Lo primero es aclarar conceptos. Los salones de juegos son aquellos que incluyen las máquinas de premio y que pueden tener un córner, un espacio reservado, para apuestas, aunque no es obligatorio. El número de estos salones se mantienen más o menos estables. Y luego están las casas de apuestas, donde principalmente se realizan apuestas deportivas. “Los negocios cierran cuando no hay negocio, y ahora el jugador de las casas de apuestas puede jugar por Internet, no hace falta que vaya presencialmente a un local”. Es decir, que el juego ‘on line’ se está comiendo a las casas de apuestas. Ahora se juega desde el sofá de casa. Lacarra también señala que los salones de juego también están sufriendo su pequeña crisis tras la pandemia y porque hoy en día en Internet se puede jugar a todo tipo de juegos. De hecho, matiza, Madrid ocupa el puesto 14 de las 17 comunidades autónomas en el ratio de salones de juego por cada 100.000 habitantes.
Que el juego ‘on line’ está de moda es una realidad avalada por los datos. La Dirección General de Ordenación al Juego (DGOJ), dependiente del ministerio de Derechos Sociales y Consumo, cuantifica en 1.236 millones de euros la cantidad que los españoles se han jugado en Internet en 2023, un 28,38% más que en el año anterior. Y eso que esta cifra se refiere al margen de juego o GGR (Gross Gaming Revenue), que es el importe total de las cantidades dedicadas a la participación una vez restados los premios que han ganado los usuarios. Por segmentos, el ranking lo lidera el casino con 624,76 millones de euros (50,52%), seguido de las apuestas con 491,80 millones de euros (39,77%), el póquer con 115,34 millones de euros (8,52%), el bingo con 14,37 millones de euros (1,16%), y finalmente, los concursos con 0,48 millones de euros (0,04%). Cabe señalar la llamativa tasa de crecimiento anual del 36% de las apuestas.
Cada vez más menores
Y si hablamos de juego ‘on line’ tenemos que hablar de menores. María Bayta, psicóloga de la Asociación Madrileña para el Estudio y Tratamiento de Adicciones Conductuales, asegura que el perfil de jugador es cada vez más joven. “Sigue existiendo el típico perfil de jugador clásico de la máquina tragaperras, pero ha llegado en tromba a los centros de tratamiento el perfil de jugador joven que apuesta en Internet, ya que esto lo puede hacer a cualquier hora y desde cualquier dispositivo”. Bayta señala además que los menores de 18 años, que en teoría no podrían jugar ni apostar, lo hacen cada vez a edades más tempranas. “Nosotros estamos ya haciendo programas de prevención para chavales de 11 años”. El último informe ‘Estudes’ del año 2023 elaborado por Sanidad revela que el 10,7% de los estudiantes de entre 14 y 18 años asegura haber jugado on line en el último año, mientras que el 17,7% lo ha hecho de manera presencial. Es decirm, siguen accediendo a puntos de juego no autorizados. Respecto al juego con dinero on line, en primer lugar, se sitúan los videojuegos, donde más de la mitad de los jóvenes admiten haber jugado dinero (51,5%). En segundo lugar, se sitúan las apuestas deportivas (35,2%) y en tercer lugar se sitúan las “Criptomonedas o trading” que irrumpen en esta medición con un 26,8%
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En la Comunidad de Madrid reconocen que tienen un problema. Por eso, la consejería de Sanidad está licitando actualmente un contrato para ejecutar un Programa de Prevención de Ludopatías dirigido al alumnado de Educación Secundaria (ESO) y Formación Profesional Básica, valorado en 74.300 euros. “El juego de apuestas se está convirtiendo en una práctica integrada y complementaria de un modelo de ocio totalmente normalizado entre los adolescentes dado que no perciben riesgos y para ellos es una opción más de entretenimiento, lo que favorece la consolidación de los hábitos e implica riesgos evidentes por su fácil accesibilidad, pues las casas de apuestas se han convertido en un punto de encuentro juvenil aun siendo menores de edad y el mercado de juego ‘on line’ ha crecido de manera exponencial en los últimos años, debido fundamentalmente al desarrollo de la economía digital”, señalan desde Sanidad.
El Gobierno regional justifica la realización de este programa porque “los estudios demuestran que el inicio de juego problemático y patológico se sitúa en la adolescencia en edades cada vez más tempranas y la evidencia científica nos verifica que este inicio temprano con los juegos de azar incrementa notablemente el riesgo de sufrir problemas de adicción”. La edad de inicio al juego con dinero presencial es de 14,5 años y de 14,9 años al juego con dinero en Internet. “Las apuestas deportivas son el tipo de juego más utilizado”, sentencian desde Sanidad. El objetivo es dar 80 cursos a alumnos de 12 a 17 años.