Consumo ha multado con más de 150 millones de euros a cuatro aerolíneas de bajo coste por cobrar a los pasajeros el equipaje de cabina o por obligar a imprimir el billete, según ha podido adelantar la Cadena Ser. Supone la mayor sanción por prácticas contra los clientes que las autoridades españolas de consumo han impuesto jamás.
La multa ha sido impuesta sobre Ryanair, Volotea, EasyJet y Vueling. La sanción contempla cuatro infracciones que, pese a ser comunes en el sector, quedan técnicamente prohibidas a partir de ahora. Las prácticas sancionadas son las siguientes:
- Cobrar por llevar el equipaje de mano a bordo. Algunas aerolíneas imponen tarifas por llevar bolso o mochila a bordo, a pesar de que este equipaje no se factura. Esta práctica, considerada “abusiva”, es la principal infracción sancionada.
- Cobro por selección de asiento cuando uno viaja con personas dependientes: Estas aerolíneas asignan asientos separados a padres e hijos pequeños, y cobran un recargo si se elige que el niño o el dependiente viaje al lado del adulto. La sanción indica que esto puede generar un “perjuicio a personas vulnerables” que quedarían en “situación de desamparo”.
- Falta de transparencia en la información contractual: El expediente señala que, a menudo, el precio mostrado inicialmente aumenta gradualmente durante el proceso de compra. Esta “práctica comercial desleal” dificulta la comparabilidad de ofertas y la toma de decisiones de los consumidores, ocasionando perjuicios económicos significativos y distorsionando el posicionamiento de las compañías en las búsquedas por Internet.
- Prohibición del pago en metálico en la compra de billetes en aeropuertos: Esta práctica también ha sido sancionada.
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Además de estas sanciones, Consumo ha reprochado una práctica adicional de Ryanair, que a menudo cobra 20 euros a los pasajeros que imprimen el billete en papel. Se dice que “la exigencia de un coste desproporcionado por reimpresión de la tarjeta de embarque supone una práctica abusiva, al no corresponderse con costes reales asumidos por la empresa y generar un desequilibrio entre los derechos y obligaciones de las partes”.
Estos procedimientos desde la Dirección General de Consumo arrancaron en 2023, al analizar prácticas “abusivas” denunciadas por asociaciones de usuarios como FACUA. Se elevó entonces una propuesta de sanción a las aerolíneas afectadas, que presentaron alegaciones. Tras ellas, reciben la primera resolución del expediente: una multa de 150 millones de euros.
De cara al futuro
El expediente cuenta con dos puntos clave, la sanción económica y la futura prohibición de estas prácticas. Antes de adelantar acontecimientos, es necesario recordar que las compañías pueden recurrir en casación ante el ministerio, y después ante los tribunales. De cara al futuro, estas compañías podrían seguir manteniendo estas prácticas. Pese a que 150 millones pudieran parecer disuasorios, los beneficios de las compañías durante este ejercicio fiscal superan con creces el importe de las sanciones:
Hace 10 días, Ryanair informó un beneficio neto de 1.920 millones de euros, su récord histórico. Ryanair acumula la mayoría de las sanciones, aunque estas representan solo el 5% de sus ganancias. EasyJet reportó un beneficio neto de 380 millones, también un récord para la compañía. Vueling casi duplicó sus beneficios el año pasado, alcanzando los 396 millones. Volotea, tras cuatro años en pérdidas, anunció que su beneficio neto este año será positivo.