La Comisionada de Salud Mental del Ministerio de Sanidad, Belén González, ha presentado este jueves en el Congreso de los Diputados un nuevo plan de acción para el periodo 2025-2027. González ha defendido ante la Comisión de Sanidad una atención “integral, interdisciplinar” y “de calidad” que enfrente el alto consumo de psicofármacos con políticas sociales.
“Con frecuencia identificamos que lo que realmente necesita un paciente no es un psicólogo, sino un abogado laboralista. Con frecuencia, frente a la impotencia de no hacer nada y la falta de tiempo para generar un relato más ajustado a los problemas sociales, se opta por la prescripción de psicofármacos”, ha expresado la comisionada. Por ello, Sanidad apostará por la “deprescripción”, que reduzca la tendencia de la “medicalización de los problemas sociales”.
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España es el segundo país europeo que más ansiolíticos consume y el cuarto en prescripción de antidepresivos, según registra el Ministerio de Sanidad. El uso de estos fármacos está en alza en el país, especialmente entre la población joven: el consumo de antidepresivos ha aumentado un 52% entre las personas de 20 a 24 años desde el 2017, y un 40% entre el rango de 25 a 29 años.
Prescripción social como alternativa
“Si acabáramos con la precariedad laboral podríamos haber evitado 170.000 casos de depresión en un año”@belengonzalezc, comisionada de Salud Mental, anuncia el proyecto de reconocer y registrar el sufrimiento psíquico derivado del trabajo 👇 pic.twitter.com/H1K2kbImoT
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) May 30, 2024
Los problemas de salud mental que enfrenta la población encuentran sus orígenes muchas veces en asuntos sociales. “Sabemos, por ejemplo, que, en nuestro país, el diagnóstico de esquizofrenia es 12 veces más frecuente en rentas bajas que en retas altas, o que el uso de antidepresivos es aproximadamente cuatro veces mayor según la clase social”, ha explicado González. “Eso no significa que lo social se pueda resolver desde las consultas de psicología y psiquiatría”, ha agregado.
Las dificultades sociales muchas veces pueden producirse en el trabajo, que “cada vez es más difícil, más intenso, más rápido y más precario. Y cada vez hace más daño”, ha asegurado la comisariada. “Si acabáramos con la precariedad laboral, podríamos haber evitado 170.000 casos de depresión en el año 2020″, ha apuntado. El Ministerio de Sanidad ha incrementado “desde el cambio de Gobierno” las plazas de psicología en un 43% y las de psiquiatría, en un 22%. Sin embargo, ha explicado González, los efectos de estas medidas se verán “en más de un lustro”, mientras que “las políticas de mejora de las condiciones de trabajo es algo en lo que podemos actuar de manera inmediata”.
A pesar de las consecuencias que puede tener, España no reconoce ningún trastorno mental directamente ligado al trabajo o a las condiciones laborales. Con este plan de acción, la intención de Sanidad es establecer un marco común para la detección y el reconocimiento del sufrimiento psíquico derivado del trabajo y así “señalar las condiciones laborales que nos están haciendo enfermar”. Para ello, contarán con un grupo de personas expertas, que incluirá filósofos, psicólogos, psiquiatras, médicos de Familia y hasta inspectores de trabajo.
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Asimismo, promoverán la “prescripción social” como alternativa a la medicación. Se trata de poder recetar, por ejemplo, “grupos de deporte en lugar de Rubifén, asociaciones feministas en lugar de sertralina, o un sindicato en lugar de Lorazepam”. A su vez, se crearán materiales formativos y cursos a disposición de los trabajadores sanitarios.
El suicidio, primera causa de muerte externa
Los suicidios en menores de 30 años crecieron un 7,9% en el año 2022 y un 5,6% respecto a la población general, unas cifras preocupantes que lo coloca como la primera causa de muerte externa en España, por delante de los accidentes de tráfico.
Frente a esta realidad, el Comisionado de Salud Mental pondrá en marcha un plan específico que estudie las condiciones y desencadenantes del suicidio, para tomar “medidas de eficacia comprobada”.