Will Smith ha revolucionado Madrid con su visita para promocionar la cuarta entrega de Bad Boys. La estrella de Hollywood se ha dado un baño de masas con sus fans y, además, este miércoles se reencontrará con Pablo Motos, con quien ha forjado una estrecha relación tras sus numerosas visitas a El Hormiguero.
Ahora, el actor vuelve al programa de Antena 3 en la que será, además, su primera visita al formato tras la polémica bofetada que le propinó a Chris Rock en la gala de los Oscar 2022. Aunque no se sabe si se volverá a pronunciar sobre aquel episodio, lo cierto es que supuso un punto de inflexión en su carrera y en su matrimonio con Jada Pinkett, quien ha llegado a confesar que esa agresión cambió las tornas de su relación.
Lo cierto es que esta pareja lleva años acaparando el interés público y protagonizando especulaciones sobre un posible divorcio que nunca ha llegado. Sin embargo, Jada sí ha contado públicamente que ella y su marido no conviven desde 2016, una decisión que se produjo tras muchos intentos por salvar su matrimonio.
Idas y venidas
Will y Jada se conocieron en 1994, cuando ella hizo una prueba para participar en la serie El príncipe de Bel-Air, de la que él era protagonista. Aunque la actriz no consiguió ser seleccionada para interpretar a Lisa Wilkes, novia del personaje de Will, ambos se enamoraron en el set y menos de un año después harían pública su relación.
La pareja se casó en 1997 y dio la bienvenida a su primer hijo en común, Jaden, un año más tarde. Mientras que en el 2000 nacería su segunda hija, Willow.
Aunque en los primeros años del matrimonio todo parecía felicidad, a partir de su primera década juntos se sucederían los rumores de crisis y separación. Estos cobraron especial fuerza en 2015, cuando el propio actor tuvo que desmentir públicamente su divorcio: “En circunstancias normales, no suelo responder a las tonterías, porque es contagioso. Pero tanta gente me ha dado su ‘más sentido pésame’ que pensé: ‘¡Qué diablos! Yo también puedo ser tonto” escribió en su perfil de Facebook. Así, Smith afirmó que si algún día decidía divorciarse de su “reina”, lo haría saber él mismo.
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Lo cierto es que tan solo un año después de desmentir su crisis, Will y Jada decidirían cesar su convivencia, aunque no se sabría hasta siete años más tarde, cuando ella misma lo contó en una entrevista. La actriz desveló en el programa Today que en 2016 ella y su marido estaban “agotados de intentar” salvar su matrimonio, por lo que tomaron esa dura decisión.
Sin embargo, Pinkett señalaba que en todo ese tiempo nunca se plantearon formalizar su divorcio y que, en aquel momento de 2023, se encontraban “trabajando juntos” para hallar la forma de retomar su relación. “Simplemente nos amamos profundamente y vamos a descubrir cómo es eso para nosotros”, expresó.
Aunque Will y Jada todavía no han aclarado en qué punto se encuentra ahora su matrimonio, lo cierto es que el pasado diciembre la actriz daba unas reveladoras declaraciones a la revista YOU en las que reconocía que la agresión del actor al presentador de los Oscar había traído “muchas cosas positivas”. “Ahora la llamo la bendita bofetada”, llegó a afirmar.
Según contó entonces, ella estuvo a punto de no asistir a la ceremonia de entrega de los premios, pero tras aquel polémico episodio agradece haberlo hecho, ya que le sirvió para saber que siempre estará al lado de su esposo. “Ese momento en el que la mierda golpea el ventilador es cuando ves dónde estás realmente. Después de todos esos años tratando de averiguar si dejaría de estar al lado de Will, fue necesaria esa bofetada para darme cuenta de que nunca le abandonaré”, sentenció.