El apetito de los extranjeros por la vivienda española dispara los precios en las ciudades donde se concentra su demanda

El deseo de los extranjeros por las viviendas españolas no se sacia. El clima, la cultura, la oferta de ocio, la gastronomía y la calidad de vida de España son los reclamos que impulsa a los foráneos a comprar viviendas en nuestro país. No en vano, las casas españolas son las más buscadas del mundo, según recoge un estudio elaborado por la plataforma británica MoverDB y por NeoMam Studios.

Este apetito ha hecho que, en el primer trimestre del año, ciudadanos de otros países compraran el 14,2% de las viviendas que se vendieron en España. Mientras que a cierre de 2023, este porcentaje alcanzó el 15% del total, que se tradujo en cerca de 87.400 operaciones, el dato más alto de la serie histórica.

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Estas operaciones dinamizan el mercado inmobiliario ante la caída de las compras por parte de los españoles, pero tiene una clara consecuencia negativa: la subida de precios. Esto es debido a que los extranjeros pagan por la vivienda más que los nacionales, lo que impide que los precios de los inmuebles ubicados en las ciudades donde se concentra esta demanda extranjera se estabilicen o bajen.

Datos del Consejo General del Notariado reflejan que los extranjeros no residentes fueron los que el año pasado compraron las viviendas más caras en España, pagaron de media 2.598 euros el metro cuadrado, frente al comprador nacional que lo pagó a 1.574 euros.

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Por nacionalidades, fueron los suecos los que más caro compraron, a 3.036 euros el metro cuadrado, seguido por los daneses, a 2.930 euros; los estadounidenses, a 2.921 euros, y los suizos, a 2.813 euros, según datos de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Catalunya (AIC).

En este contexto, “España, pese a la tendencia alcista de los precios, sigue siendo un gran atractivo para el inversor internacional, quien actúa como agente dinamizador ante el retroceso en el número de operaciones del comprador nacional”, indica Ferran Font, director de estudios y portavoz de pisos.com.

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Como viene ocurriendo en años anteriores, los británicos fueron los principales compradores foráneos de casas en España en el primer trimestre de este año con el 9,13% del total, según el estudio de inversión inmobiliaria extranjera realizado por pisos.com. Les siguieron los alemanes, con el 6,77%; los marroquíes (6,06%) y los franceses (5,94%).

Para ellos, el clima es un factor esencial al optar por un inmueble en propiedad, por lo que las zonas costeras son sus preferidas. Entre ellas, destaca la costa mediterránea y las Islas Canarias. Así, entre enero y marzo, la provincia en la que más compraventas de vivienda por parte de extranjeros se registraron fue Alicante, llegando casi a la mitad de las operaciones, con un 43% del total, por delante de Islas Baleares, con un 31,72%; Santa Cruz de Tenerife (31,58%); Málaga (31,58%) y Girona (25,96%).

Cuando compran para invertir, las casas de las grandes capitales como Madrid y Barcelona son las más demandadas. De hecho, la capital se ha posicionado en el ‘top 3′ del ranking de ciudades europeas con mayor potencial de inversión y desarrollo inmobiliario, según recoge el informe ‘Tendencias en el mercado inmobiliario en Europa 2024′ de PwC y Urban Land Institute. También a juicio de Vicenç Hernández Reche, asesor de Inviertis y CEO de Tecnotramit, “Barcelona sigue siendo un fuerte polo de atracción para el comprador internacional”.

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Las preferencias también van por nacionalidades. Mientras los ciudadanos de Marruecos prefieren las provincias andaluzas, los alemanes se decantan por las Islas Baleares, los italianos por Canarias, los portugueses por Galicia y los chinos por Barcelona.

En cuanto al tipo de inmueble, buscan casas situadas cerca de la playa, con terrazas grandes, buenas vistas, solárium y espacios exteriores. Se decantan también por viviendas con todos los servicios próximos y por urbanizaciones con grandes zonas comunes como piscina, áreas verdes, gimnasios y club social.

Otro de los requisitos imprescindibles para la mayoría es que la propiedad se encuentre bien comunicada y próxima a aeropuertos internacionales, señalan desde Lasose Properties & Investments.

El perfil del comprador extranjero es el de una persona de 41 años, con una renta media superior a los 5.900 euros al mes y, en la mayoría de los casos, no necesita pedir una hipoteca. Solo el 7,5% de las constituidas el año pasado en España fueron de extranjeros.

En caso de solicitarla, se inclinan por la de tipo de interés fijo y su importe medio rondó los 157.000 euros el año pasado, algo más que la media pedida por los españoles, en torno a 140.000 euros. Respecto al objetivo de la compra, el 68% fue para usarla como residencia habitual, el 21 % como segunda vivienda y el 11 % como inversión para alquilar.