Hablar de grandes figuras del cine español es hacerlo de Carmen Maura, que puede presumir de ser uno de los rostros más icónicos de la pequeña y gran pantalla. Con más de medio siglo de carrera a sus espaldas, a la veterana actriz hay pocas cosas que le queden por probar, pero ella sigue sorprendiendo. Así lo va a hacer en su nuevo proyecto, la serie Tierra de mujeres, en la que comparte protagonismo con Eva Longoria y que presenta este 28 de mayo en el plató de El Hormiguero.
Como en otras ocasiones que ha acudido al programa de Pablo Motos, se espera que la intérprete muestre su lado más cercano. Gracias a esta naturalidad se sabe mucho de la vida de Carmen, que no ha tenido problemas en narrar también los episodios más complejos.
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Sin sus hijos
Una de las etapas más complicadas tiene que ver con sus dos hijos. Carmen se casó con solo 21 años con Francisco Forteza Pujol, con quien tuvo a Carmen y Pablo. La llegada del pequeño dinamitó la relación y poco después decidieron emprender caminos por separado, llegando a los tribunales al no ponerse de acuerdo en la custodia de los pequeños.
Pese a que Maura puso su empeño, el juez le dio la custodia a su exmarido, que lejos de permanecer en Madrid para facilitar que Carmen y Pablo estuvieran cerca de su progenitora, se mudó con ellos a las Islas Canarias. Más allá de la distancia, que era un hándicap de por sí, Forteza prohibió a la intérprete que les viera. Esta situación duró 13 años y afectó mucho a Maura.
“Sufrí muchísimo cuando me los quitaron. Eran míos y les quería mucho, pero llegó un momento que dije: ‘¿O te mueres o qué?’”, dijo en su anterior visita en El Hormiguero, explicando que el trabajo se convirtió en su refugio. En el programa TardeAR añadía que de no haber estado ocupada laboralmente todo sería muy distinto. “Yo creo que si no hubiera decidido ser actriz, estaría bastante loca porque he superado todo. He pasado momentos horribles como lo de los niños, muchas cosas...”.
Pese a esta gran decepción amorosa Carmen Maura volvió a confiar en el amor y se casó con Antonio Moreno Rubio. Una vez más no tuvo suerte y este la arruinó económicamente, algo de lo que se enteró tras su muerte. “Después de 13 años, como le di poderes generales, un día me entero de que lo tenía todo hipotecado. Me dejó con dos millones y medio de euros de deuda, con mis casas embargadas, mi campo embargado… En ese momento me dio un bajón y, al cabo del mes, me puse las pilas”, desveló en Ay, Carmen, el documental sobre su vida.
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Víctima de una violación
Mientras todo esto sucedía su fama no hacía más que aumentar y no tardó en convertirse en un icono gracias a cintas como ¿Qué he hecho yo para merecer esto? o La ley del deseo. Cuando tenía unos 30 años, Carmen vivía sola en un piso en Madrid que, se supone, debería estar ubicado en una dirección desconocida para sus seguidores. Sin embargo, un día se presentó un fan en su puerta, un soldado armado con una pistola.
Sin saberlo, la actriz abrió y este hombre le propinó un puñetazo que la dejó inconsciente, situación que aprovechó para violarla. De esto también habló en su documental, explicando que lo peor fue lo que vino después. “El proceso que siguió fue peor que la violación en sí, que fue muy desagradable, pero no me desequilibró. Subieron dos guardias civiles y me hicieron contarles todo”, explicó Carmen, desvelando que en un principio no la creían. “Cogieron el teléfono y dijeron: ‘Sube, que parece que es verdad’. (...) el fiscal era más repugnante que el violador”.