La irrupción de la inteligencia artificial (IA) se ha hecho evidente en los últimos años y las grandes potencias han reaccionado con estrategias políticas para impulsar el sector en la que ya es la nueva carrera tecnológica. La UE ha aprobado varios planes de acción desde 2018 y son similares a los de EEUU, pero sus inversiones privadas no despegan. Según constata una auditoría del Tribunal de Cuentas Europeo publicada este miércoles, esto se debe al establecimiento de objetivos de inversión por parte de los 27 “demasiado vagos y obsoletos”, ya que no han cambiado desde 2018.
El informe reconoce que la UE cuenta con una “sólida comunidad de investigación pública en materia de IA”, de hecho, en 2022 registró el mayor número de publicaciones científicas revisadas por pares sobre IA del mundo. Sin embargo, la inversión privada es mucho menor que en las dos regiones que lideran este campo: la de EEUU multiplica por siete a la de la UE en 2023 y la de China por 2,3. “La UE tiene una gran capacidad investigadora, pero esta no se traduce lo suficiente en resultados de investigación para la economía y la industria europea”, señala el documento.
Te puede interesar: La IA llega al sector público en España: ya contrata vídeos, software para satélites y estudios hoteleros con tecnológicas
Estados Unidos lidera la carrera de la IA desde 2018 y Silicon Valley se posiciona como centro mundial de innovación en esta materia. Los gigantes tecnológicos estadounidenses, como Google, Nvidia, Microsoft e IBM, están a la vanguardia de I+D en este ámbito, invirtiendo en empresas emergentes y cofinanciando programas públicos de investigación. En consecuencia, las solicitudes de patentes de IA se concentran en América del Norte y en Asia Oriental y el Pacífico (sumaron el 79% en 2021), aunque esas empresas también operen después en Europa.
La auditoría del Tribunal de Cuentas de la UE examina los resultados de las estrategias de la Comisión Europea. En primer lugar, del plan de 2018, que preveía 2.500 millones de euros para investigación en IA mediante el programa Horizonte 2020. En segundo lugar, del plan de 2021, dotado con 7.000 millones hasta 2027 a través del programa Europa Digital (para financiar infraestructuras de IA y espacios de datos) y del programa Horizonte Europa (dedicado a investigación).
Por último, analiza el programa Década Digital de 2022 en el que la UE se marcó ambiciosos objetivos: que en 2030 el 75% de las empresas utilicen la IA y la UE tenga 500 unicornios en este ámbito (empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares). La realidad está muy lejos de estas metas: solo el 8% de las empresas de la UE usaba IA en 2021 y los estados miembros solo tenían 222 unicornios en 2022, frente a los 1.243 registrados en EEUU, 530 en Asia y 119 en Reino Unido.
Dentro del contexto europeo, España no ha sido precursora de las estrategias nacionales, que son las que deben articular el mayor impulso a la IA más allá del marco general que establece el Ejecutivo comunitario. La mayor inversión pública nacional es la de los planes francés y alemán. Francia adoptó en 2018 una estrategia de IA con una inversión de 1.500 millones de euros para el período 2018-2022 y la actualizó en 2021 con 1.500 millones de euros adicionales para el período 2022-2025. Alemania destinó inicialmente 3.000 millones de euros para el período 2019-2025 y aumentó el importe en 2.000 millones de euros en 2020.
Las investigaciones no se traducen en proyectos comercializados
El informe certifica que los planes de la IA han dado lugar a un “modesto apoyo de capital de la UE a los innovadores”, de manera que ha surtido “escaso efecto” en el desarrollo del ecosistema de esta tecnología en la Unión. En general, la Comisión ha conseguido aumentar el gasto del presupuesto de la UE en proyectos de investigación, pero esto no ha impulsado significativamente la cofinanciación privada. Por ello, los auditores recomiendan a Bruselas que intensifique sus esfuerzos “para garantizar que los resultados de los proyectos de investigación sobre IA financiados por la UE se comercialicen o exploten plenamente”.
En concreto, la inversión en IA financiada por la UE “se ajustó a los objetivos” entre 2018 y 2020 con 1.400 millones y los proyectos contribuyeron al desarrollo de ecosistemas de IA con la participación de socios internacionales y del sector privado. Sin embargo, en el periodo 2021-2022 hubo problemas administrativos y retrasos en la adopción de Horizonte Europa, por lo que los importes invertidos fueron 600 millones menos de los programados.
Te puede interesar: España busca ser pionera en Inteligencia Artificial con una inversión 2.100 millones
Los auditores critican también la coordinación de la Comisión con los Estados miembros, que solo ha tenido “efectos limitados”, debido a que el Ejecutivo carece de las herramientas de gobernanza y la información necesarias. Además, consideran que la “credibilidad” de los planes de la UE “ha resultado mermada” porque la Comisión “no había establecido un sistema adecuado para supervisar el rendimiento de las inversiones en IA”. Tampoco ha quedado definido cómo tienen que contribuir los estados miembros a los objetivos generales de inversión de la UE, lo que significa que “no ha habido una visión general” a nivel comunitario para el desarrollo de la IA.