El primer presidente que tuvo la Comunidad de Madrid, el socialista Joaquín Leguina, es de nuevo presidente. Desde el 16 de abril es el máximo responsable de la Cámara de Cuentas regional, el órgano creado en 1999 encargado de fiscalizar los contratos y los gastos del Gobierno autonómico, ayuntamientos de la región, universidades y todo tipo de entes y empresas públicas. Ya lleva, por tanto, más de un mes en el cargo, retribuido con la nada desdeñable cifra de 100.556,52 euros brutos anuales. Entre sus funciones no solo está dirigir la Cámara, sino dar cuenta de los trabajos e informes que en ella se realizan en el Parlamento madrileño, sede de la soberanía popular.
El grupo parlamentario socialista quiere que Leguina (expulsado del PSOE por apoyar públicamente a Isabel Díaz Ayuso) comparezca cuanto antes en la Asamblea de Madrid para explicar la labor que la Cámara va a llevar a cabo en 2024, algo que va con el puesto y que han hecho en varias ocasiones sus predecesores, el último Carlos Salgado. Los socialistas quieren que Leguina se explique ante sus señorías, teniendo en cuenta además que el nuevo presidente ha comunicado al Gobierno regional que va a impulsar modificaciones en el programa fiscalizador.
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El problema es que el PP tiene mayoría absoluta en la Comisión de Presupuestos y Hacienda y en la Mesa de la Asamblea, donde se solicitan y aprueban las comparecencias. Una mayoría absoluta que los populares han aprovechado para tumbar ya en 11 ocasiones la presencia de Leguina. Las cinco primeras fueron rechazadas por la Mesa el pasado 25 de abril. El PSOE solicitó que el nuevo presidente explicara el programa de fiscalizaciones que piensa proponer, los nombramientos que tiene previstos, y que informara de la liquidación del presupuesto de 2023. Las cinco comparecencias fueron rechazadas argumentando que la solicitud no se había presentado por la vía de los artículos 210 y 236 del Reglamento de la Asamblea. Es decir, por un defecto de forma.
El PSOE volvió a solicitar la comparecencia de Leguina en otras cinco ocasiones más el 6 de mayo por los mismos motivos, pero también fueron rechazas por la Mesa. En esta ocasión se esgrimió que el presidente solo puede comparecer en función del artículo 236 del Reglamento de la Asamblea, que señala que el presidente de la Cámara solo puede comparecer para explicar informes ya realizados. Es decir, la primera denegación se produjo porque no se había utilizado el artículo 236, y la segunda porque no se podía usar el artículo 236. “Surrealista. El artículo 44.3 de la Ley de la Cámara de Cuentas señala que su presidente comparecerá ante la Asamblea cuantas veces sea requerido para informar de los asuntos que la Asamblea le solicite”, señala el diputado socialista Fernando Fernández Lara.
“Estamos ante una política de obstruccionismo absoluto para que el presidente de la Cámara de Cuentas no haga lo que es normal en democracia, que es la fiscalización del Gobierno”, se lamenta Fernández Lara, que recuerda que Ayuso se sirvió de su mayoría absoluta en el Parlamento para cambiar la composición de la Cámara y de su equipo directivo. “No es de recibo que el Partido Popular y el Ejecutivo de Ayuso obstruyan permanentemente la presencia del nuevo presidente de la Cámara de Cuentas para dar cuentas a esta Asamblea y para dar cuenta a los madrileños. Creo que los madrileños deben conocer que esto está sucediendo y que la fiscalización del Gobierno no se está produciendo”, sentencias desde el PSOE.
Pero los socialistas no se rinden. Han presentado a la Mesa una ‘reconsideración jurídica” contra los rechazos de comparecencia de Leguina destacando que se pueden encontrar múltiples antecedentes en los que la Mesa ha admitido a trámite otras comparecencias, con objetos similares a los que ahora se han desestimado. “Los argumentos de la inadmisión entran en contradicción con reiteradas sentencias del Tribunal Constitucional”. El último capítulo de “obstruccionismo” se produjo en la comisión de Presupuestos y Hacienda del pasado 22 de mayo, donde el PSOE solicitó de nuevo la presencia de Leguina tras enterarse de que el nuevo presidente ha solicitado algunos cambios en el programa fiscalizador de 2024. Todos los partidos votaron a favor menos el PP, que aprovechó de nuevo su mayoría para tumbar la iniciativa. “Ha habido cambios en el programa de fiscalización para el ejercicio 2024. Creo que es argumento suficiente para que el señor Leguina venga a explicar esos cambios”, concluye Fernández Lara.
Su mujer, nueva secretaria
No hay fecha, por tanto, para la primera comparecencia de Leguina en su nuevo cargo. Lo que sí ha hecho el presidente de la Cámara es hacer cambios nada más llegar al puesto. La Cámara de Cuentas ha contratado como personal eventual a su pareja, según publicó Eldiario.es. Lucinda Álvarez Molinero fue nombrada el pasado 19 de abril como jefa de la Secretaría de Presidencia, un puesto de libre designación al que llegó solo un día después de que Leguina fuera designado presidente del organismo fiscalizador gracias al PP. El exsocialista, expulsado del PSOE en 2022 por haber apoyado en campaña a Ayuso, decidirá con su voto de calidad cualquier empate en las votaciones, dirigirá las deliberaciones y asignará las tareas de fiscalización al resto de los consejeros.