Quién es Miguel Frontera, el ‘Capitán España’ acusado de acosar a Pablo Iglesias e Irene Montero en su casa de Galapagar

Pablo Iglesias e Irene Montero han comparecido este lunes en el juicio contra Miguel Frontera, acusado de delitos continuados de injurias, acoso y descubrimiento de secretos

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El acusado Miguel Frontera a
El acusado Miguel Frontera a su llegada al Juzgado de lo Penal nº 14 de Madrid, a 27 de mayo de 2024, en Madrid (España). (Alberto Ortega / Europa Press)

El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y la exministra de Igualdad Irene Montero han relatado este lunes la “angustia” y el “estrés” que soportaron durante siete meses en su propio domicilio. Detrás de este acoso estaría Miguel Frontera, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de tres años de cárcel, dos multas por valor total de 13.800 euros y una orden de alejamiento.

El Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid ha celebrado este lunes el juicio contra Frontera, a quien se acusa de dos delitos continuados de injurias graves con publicidad, un delito de acoso y un delito de descubrimiento de secretos. Durante la vista, Iglesias y Montero han explicado que el acusado es una persona destacada de la extrema derecha que acudió en numerosas ocasiones a su vivienda durante siete meses de 2020, en plena pandemia, cuando tanto él como su pareja tenían responsabilidades de Gobierno y no podían coger una baja laboral.

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Miguel Frontera en las protestas
Miguel Frontera en las protestas de Ferraz, tapado por una persona que realiza el saludo fascista (Carlos Luján / Europa Press)

Miguel Ángel Frontera, conocido como Capitán España por su participación en las manifestaciones de Ferraz, fue “el instigador del acoso que sufrieron durante meses en su propia domicilio”, según la exministra de Igualdad. El youtuber “es la punta de lanza de una violencia sin precedentes contra una formación política para impedir avances sociales”, ha reseñado.

Siete meses de acoso constante: “Podía llegar a hacer cualquier cosa”

El exvicepresidente del Gobierno Pablo
El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, y la candidata de Podemos a las elecciones europeas, Irene Montero, a su llegada para declarar en el Juzgado de lo Penal nº 14 de Madrid, a 27 de mayo de 2024, en Madrid (España). (Alberto Ortega - Europa Press)

Entre el 5 de de mayo y el 12 diciembre de 2020, Frontera participó en manifestaciones diarias frente al domicilio, incrementando su actividad con el uso de altavoces y pancartas con insultos, según el fiscal. Incrementó en pocos días su actividad y empezó a llegar “un aparato de música con altavoces en el que se reproducía con volumen alto el himno nacional”. A su vez, insultaba a gritos al entonces Vicepresidente segundo, al que se refería como “chepas” o “garrapata”. “No vamos a parar hasta que os vayáis a Venezuela”, gritaba, entre otras consignas.

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Iglesias ha explicado que el jefe de sus escoltas, servicio que tenían por ser miembros del Gobierno, les explicó que no tenían que temer que se tratara de un grupo organizado, pero sí de “un loco” que, dada su conducta y su “pasión”, podría llegar a perpetrar una agresión física contra ellos, incluso un “atentado”.

Uno de los incidentes más destacables, relatado por Iglesias en el juicio, ocurrió 20 de octubre de 2020, cumpleaños del exlíder de Podemos. Ese día intentó acercarse a él y sus hijos, saltó el perímetro de seguridad y le dijo: “Felicidades, hijo de puta”.

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Montero ha declarado que el acusado “vulneraba a diario la tranquilidad de la familia”. “Frontera recorría el perímetro y mostraba detalles en vídeo. Siempre pensábamos que la cosa podía ir a más”, ha recordado”. Su actitud les obligó a cambiar sus rutinas personales y laborales. Montero ha relatado que ella y su familia sufrieron “un estado de estrés y nervios permanente” ya que cada día el acusado “daba un paso más” o “cruzaba una línea roja más”. ”Era evidente que podía llegar a hacer cualquier cosa”, ha aseverado.

Frontera, no obstante, niega liderar las caceroladas y atribuye a Iglesias la responsabilidad de los actos. “El ideólogo fue Pablo Iglesias cuando pidió caceroladas contra el Rey y los vecinos decidieron hacerlo por su hipocresía”, ha asegurado. El acusado defiende que se unió a las protestas dos meses después de su inicio y que era “una protesta política, en plan guasa, en plan mofa”. “El que ha recibido un acoso mediático he sido yo”, ha sostenido.

*Con información de EFE y Europa Press

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