Insultos y amenazas a Pablo Iglesias e Irene Montero a su llegada al juicio por acoso en su casa: “Te quiero ver a solas”

Ambos acuden en calidad de denunciantes al juicio contra uno de los instigadores del acoso junto a su vivienda en Galapagar en 2020

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Un hombre increpa a Pablo
Un hombre increpa a Pablo Iglesias a las puertas de los juzgados. (Redes sociales)

Tensión en los juzgados de la calle Juan Camarillo de Madrid, donde este lunes se celebra el juicio contra Miguel Frontela, acusado de ser uno de los instigadores de las concentraciones junto a la vivienda del expresidente del Gobierno Pablo Iglesias y la exministra de Igualdad Irene Montero en Galapagar (Madrid).

A la llegada de la pareja a la sede judicial, varias personas que les esperaban junto a los periodistas han comenzado a proferirles insultos y amenazas. “A ti me gustaría encontrarte a solas, a ti”, ha dicho uno de los individuos a Pablo Iglesias cuando entraba en los juzgados tras atender a la prensa. “Sal fuera si tienes cojones”, ha continuado.

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En ese momento, tanto Iglesias como Montero se han acercado a la posición de este hombre, que ha seguido increpando al exlíder de Unidas Podemos cara a cara, aunque una reja les separaba. “Eres un asqueroso, un vendeobreros. Vallecano de mierda. Asqueroso, desgraciado”, le ha reprochado este agitador mientras Iglesias le mantenía fija la mirada.

Mientras la pareja de políticos y sus acompañantes pedían a los servicios de seguridad de los juzgados que la Policía identificase al hombre que les estaba insultando y amenazando, otra mujer concentrada les ha instado a salir al exterior de los juzgados: “Valientes, salid a la calle”. Irene Montero no ha dudado y se ha dirigido a la puerta de mientras respondía a la mujer: “Señora, que yo salgo sin problema, pero que sois unos fascistas. Fascistas y acosadores”. Según testigos presenciales, las personas que han increpado a Iglesias y Montero eran los acompañantes del hombre juzgado este lunes.

Tres años de cárcel

La Fiscalía pide tres años de cárcel para Miguel Frontela como presunto autor de dos delitos continuados de injurias graves con publicidad, un delito de acoso y un tercero de revelación de secretos. Además, reclama que abone dos multas por valor total de 13.800 euros y que no pueda acercarse a los afectados durante dos años. Por su parte, la acusación particular, ejercida por Iglesias y Montero, solicita para el acusado una pena de un año y medio de cárcel, así como una multa de 9.000 euros y una indemnización de 20.000 euros por daños morales.

Miguel Frontela, acusado en el
Miguel Frontela, acusado en el juicio por acoso junto a la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero. (EFE)

El ministerio público relata en su escrito de acusación que Frontela se dedicó durante siete meses a enfocar su malestar por la crisis derivada de la pandemia de coronavirus en las figuras de Iglesias y Montero y de sus tres hijos de corta edad, y por eso estuvo acudiendo a las inmediaciones de su domicilio en Galapagar “donde en un principio se limitó a sumarse a las concentraciones diarias que se producían al final de la tarde por parte de algunos ciudadanos”.

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“Pero en pocos días incrementó su actividad, comenzando a portar un aparato de música con altavoces en el que se reproducía con el volumen alto el himno nacional y a proferir gritos dirigidos al exvicepresidente segundo, denominándole ‘chepas’, ‘garrapata’, o diciendo ‘no vamos a parar hasta que os vayáis a Venezuela’”, y haciendo caceroladas.

El 12 de julio logró acceder a la parte trasera del inmueble, subirse a una roca y “saltando los obstáculos visuales que suponen la existencia del muro perimetral que rodea a la vivienda y su vegetación, que alcanzan los 3 metros de altura”, vio parte de la vivienda “hasta que fue sorprendido por los ocupantes de la vivienda, invadiendo la intimidad de los mismos”.

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