Qué grado de incapacidad se suele conceder al tener una hernia discal

La evaluación del grado de discapacidad no se limita a la existencia de la hernia discal, sino que se tienen en cuenta factores complementarios

Mujer con dolor de espalda (Shutterstock)

La pensión de incapacidad es una retribución que se asigna a persona para tratar de cubrir la pérdida de ingresos que sufre un trabajador cuando por una enfermedad o accidente ve reducida o anulada su capacidad para trabajar. Cabe destacar que existen distintos tipo de pensiones de incapacidad, las cuales dependerán de la dolencia, enfermedad o lesión y del grado de limitación que esto puede superior para un trabajador en su empleo. Las dolencias en la espalda, como una hernia discal, son uno de los motivos para recibir esta retribución económica, si bien es importante determinar el grado de incapacidad para este tipo de casos.

La hernia discal, una afección médica que afecta a los discos intervertebrales de la columna, puede tener consecuencias significativas en la vida diaria de los afectados. Es importante diferenciar entre la incapacidad y la discapacidad, dos conceptos que, aunque estén relacionados, presentan diferencias.

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La evaluación del grado de discapacidad no se limita a la existencia de la hernia discal, sino que se tienen en cuenta factores complementarios, como la capacidad para desenvolverse en actividades cotidianas, las limitaciones en el entorno real y los posibles problemas que surjan en situaciones diarias. Además, se consideran elementos personales y externos que puedan influir positiva o negativamente, incluido si existe dependencia de terceros y la presencia de movilidad reducida.

Los servicios sociales de las comunidades autónomas son quienes otorgan el grado de discapacidad. Analizan los resultados de varios parámetros y emiten una resolución con el porcentaje exacto de discapacidad por hernia discal.

Grados de incapacidad permanente

La incapacidad se centra en la capacidad laboral. Puede ser de varios tipos: parcial, total, absoluta o gran invalidez. Una persona se considera en incapacidad permanente cuando, tras recibir tratamiento médico, evidencia reducciones funcionales graves y permanentes que afectan su capacidad laboral. Este reconocimiento da derecho a una pensión, cuya cuantía varía según el caso.

Las hernias discales, que pueden provocar dolor, entumecimiento y debilidad, incluso “nervios pinzados” o radiculopatías, pueden repercutir considerablemente en la capacidad laboral. El tribunal médico evalúa diversos factores para determinar la incapacidad por hernia discal: ubicación y alcance de la hernia; eficacia de los tratamientos médicos o quirúrgicos y persistencia de las limitaciones tras operaciones. De esta forma, se determina el grado de incapacidad de la persona, que puede ser:

  • Incapacidad permanente parcial: Rara en casos de hernia discal, ya que las limitaciones suelen ser marcadas.
  • Incapacidad permanente total: Frecuente, para quienes tienen restricciones en trabajos que requieran movilidad o posturas fijas prolongadas.
  • Incapacidad permanente absoluta: Excepcional, para casos como vértigos incapacitantes o tetraparesia.

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Cómo solicitar la incapacidad permanente por una hernia discal

Para solicitar una incapacidad por hernia discal, es necesario dirigirse a la Seguridad Social, que convocará al solicitante a un tribunal médico. Este órgano analizará el expediente y podrá requerir la ejecución de ciertos movimientos para evaluar la afectación. Tras el análisis, se elevará una propuesta a la Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que tomará la decisión final.

Para obtener tanto la incapacidad permanente como el grado de discapacidad por hernia discal, es necesario tramitar ambas solicitudes por separado. La incapacidad permanente compete a la Seguridad Social, mientras que la discapacidad es gestionada por los servicios sociales. No obstante, cuando se asigna una incapacidad permanente, se reconoce automáticamente un 33% de discapacidad, lo cual proporciona ciertos beneficios fiscales y de acceso al mercado laboral protegido.

La seguridad social te puede conceder la pensión de incapacidad sin cumplir este requisito.
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