Los soldados españoles están cansados de ser ignorados. Tras meses de infructuosas reuniones con el Ministerio de Defensa, la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) llevará sus reclamaciones salariales hasta las puertas del Congreso, donde el próximo 1 de junio realizarán una manifestación para exigir mejoras en las condiciones de su profesión. Sin embargo, desde ATME han denunciado “extorsiones” para desmotivar la movilización de los efectivos, quienes pueden ver reducidas sus nóminas sólo por defender sus derechos.
El principal instrumento que se emplea para castigar y “callar las bocas” de aquellos soldados que participan en acciones reivindicativas es, según el presidente de ATME, Marco Antonio Gómez, el llamado complemento de dedicación. Esta retribución complementaria premia, tal como establece el reglamento de personal, “el especial rendimiento, la actividad extraordinaria o iniciativa con que se desempeñe el destino” y es de asignación discrecional por parte del mando.
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“A todo aquel que va a la manifestación, que su jefe se entera o sospecha que se va a acercar a Madrid, automáticamente le quitarán el complemento de dedicación. Entonces hay mucho miedo en las Fuerzas Armadas a hacer cualquier tipo de reivindicación”, denuncia Gómez, en diálogo con Infobae España. “Lo vivimos en Cerro Muriano, cuando estuvimos defendiendo a esos compañeros, que en paz descansen, que perdieron la vida por una supuesta orden mal dada. Hicimos una manifestación en una base donde hay más de 3.500 soldados y aparecieron tan sólo cinco. Eso lo dice todo, el miedo está instalado en las Fuerzas Armadas”, detalla.
A pesar de los intentos de boicotear la movilización, Gómez asegura que continuarán luchando por sus derechos: “Vamos a seguir saliendo a la calle, ya sea que seamos cinco, 1.000 o 50.000″. El presidente de ATME también señala que, al contrario de lo que se cree, no es ilegal que los soldados lleven a cabo una protesta, dado que “todo militar se puede manifestar por sus derechos profesionales, siempre y cuando no vaya de uniforme”.
En este sentido, ATME ha convocado a movilizarse no sólo a sus socios, sino también a los de otras asociaciones que no se han sumado a la manifestación y al resto de ciudadanos. “La hemos abierto a todo aquel que quiera sumarse para decir que está hasta las narices de ver cómo tratan a sus militares”, explica Gómez.
Quejas contra el Coperfas
Desde ATME también denuncian la ineficacia del Consejo de Personal de las FFAA (Coperfas), el órgano de encuentro y diálogo entre el Ministerio de Defensa y las distintas asociaciones de militares, de todas las escalas, donde discutir asuntos relacionados con el estatuto y la condición de militar, el ejercicio de los derechos y libertades, el régimen de personal y las condiciones de vida y trabajo en las unidades. “El Coperfas sirve solamente para lavar la cara al Ministerio, diciendo que cuenta con las asociaciones cuando en realidad no es así”, asegura Gómez.
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Todas las asociaciones mostraron su malestar tras el último pleno extraordinario del organismo, convocado para dirimir la cuestión salarial, al que calificaron de “rotundo fracaso”, dado que el departamento que lidera Margarita Robles, quien no asiste a estas reuniones, no ofreció ninguna propuesta a las reclamaciones de los militares, escudándose en que los Presupuestos Generales de este año habían decaído, y, por consiguiente, también el de Defensa. “Nadie se cree que el Ministerio no tuviera unos presupuestos hechos desde hace meses y fuera incapaz de informar si en los mismos pensaba incluir algo para retribuciones o no”, sostiene el presidente de ATME. “Eso es reírse de los militares”.