El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desvelará este miércoles en el Congreso la fecha del reconocimiento del Estado Palestino. Si bien, este anuncio en materia internacional se solapará con otra importante cuestión de política exterior que ha impactado de lleno en la política nacional: la crisis diplomática entre España y Argentina por las polémicas declaraciones del presidente argentino, Javier Milei, sobre el líder del Ejecutivo español y su esposa, Begoña Gómez.

Sánchez comparecerá en la Cámara Baja para tratar, entre otros asuntos, el último Consejo Europeo, la situación en Oriente Medio y la denuncia contra su esposa, Begoña Gómez, por sus actividades profesionales. En este sentido, pondrá previsiblemente fin a la incógnita sobre cuándo se llevará a cabo el reconocimiento del Estado palestino, una decisión que, según el Gobierno, contribuirá a la solución del histórico conflicto israelí-palestino.

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En todo caso, la última reacción de Sánchez a los “ataques” de Milei sobre el secretario general de los socialistas, primero los vertidos en un acto de Vox en Madrid el pasado domingo, y después en una entrevista en Argentina, abre un nuevo frente al propio presidente del Gobierno. Esta cuestión se entrelazará con su política sobre Israel, ya que los socios de coalición del PSOE y otros aliados parlamentarios aprovecharán la coyuntura para reclamar una respuesta más contundente con el Estado hebreo.

En otras palabras, la decisión de retirar de manera definitiva a la embajadora española en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez, después de la negativa de Javier Milei a disculparse por sus polémicas declaraciones, aboca al líder del PSOE a un choque dentro del Gobierno y en el Parlamento. Sumar, el socio minoritario de la coalición, y otras formaciones progresistas indispensables para Sánchez, como Podemos, ERC o EH Bildu han instado al presidente a retirar a la embajadora de España en Israel, Ana María Salomón Pérez.

El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, aunque se mostró favorable a la decisión de Exteriores señaló que, “con ese mismo baremo, habría que tomar medidas” en Israel, “porque se está haciendo insostenible el mantenimiento de relaciones” con un país cuyo ministro de Exteriores, Eli Cohen, acusó a España de estar “dando apoyo al terrorismo”. Por otro lado, Amichai Chikli, otro ministro del Gobierno presidido por Benjamín Netanyahu, aseguró recientemente que “reconocer a Palestina es defender a los terroristas del 11M en Madrid”.

“Si los insultos de Milei son una falta de respeto, que haya ministros del gobierno ultraderechista de Netanyahu que acusen de complicidad con el terrorismo a ministros del Gobierno de España” debería conllevar que se adoptaran “las mismas medidas” que con Argentina, espetó el portavoz de la coalición liderada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

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La secretaria general del Podemos y exministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, cargó duramente contra la decisión del Gobierno de retirar a la embajadora española al asegurar que, “para el PSOE, los insultos y declaraciones de Milei -que son una provocación- son más graves que asesinar miles de niños y niñas y matarlos de hambre”. “Por eso rompemos relaciones diplomáticas con Argentina y con Israel no. Qué asco todo”, señaló en un mensaje en la red social X.

De la misma manera se pronunció el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ya que ironizó con la retirada de la representante diplomática española en Buenos Aires, una medida que, pese a tener otros precedentes, no ha tenido la acogida que buscaba el PSOE entre la oposición. “Pues a ver si Netanyahu además de asesinar a 30.000 personas en siete meses insulta alguien que aprecie Pedro Sánchez para que también retire a su embajador en Israel”, apuntó en X a modo de crítica.

En todo caso, los reproches no solo vendrán de la bancada de izquierdas. El PP, el principal partido de la oposición, y Vox, aliado de Milei, han enmarcado las acciones del Gobierno contra el presidente argentino en la precampaña de las elecciones europeas. “La sobreactuación electoral del Gobierno está comprometiendo la posición de nuestras empresas en el exterior y de nuestros intereses en aquel país. Los intereses diplomáticos de España están sometidos a los intereses electorales del PSOE”, afearon en Génova.

En el Gobierno tienen claro que seguirán estirando la crisis con Argentina, un asunto que refuerza su mensaje de cara a las europeas. Tanto en Moncloa como en Ferraz plantean esta cita crucial como una oportunidad para plantar cara a la ultraderecha ante la posibilidad de que el Partido Popular Europeo le abra las puertas en el Parlamento Europeo. “Nos jugamos mucho: o tener una agenda socialdemócrata en Europa o lo que hemos visto esta semana”, resume un alto cargo del PSOE con relación a las declaraciones de Milei.