Las rupturas pueden llevarse mejor o peor, pero a nadie se le habría ocurrido jamás que pudieran ser motivo de celebración. Es algo tan inusual, tan rocambolesco, que solo podría imaginarse en una película, y no en una película cualquiera. La idea tan particular se le ocurrió nada menos que al cineasta Fernando Trueba, y la película en la que se ha plasmado tamaña ocurrencia no ha sido de Fernando pero sí de otro Trueba, su hijo Jonás. En concreto en Volveréis, la película que acaba de presentar en el Festival de Cannes y que no ha tardado en cautivar a la crítica desplazada al certamen de la Riviera francesa
Presentada dentro de la Quincena de Realizadores, una de las secciones más interesantes del festival paralela a la oficial, Volveréis parte de la mencionada anécdota de Fernando Trueba, la cual su hijo cogió para hacer su película. Trueba venía de realizar su último trabajo, Tenéis que venir a verla, cuando decidió dejar el proyecto en el que estaba trabajando -nada menos que Segundo premio, la película sobre el grupo Los Planetas que ha terminado haciendo Isaki Lacuesta- y ponerse con Volveréis. ¿Pero, de qué va la película realmente?
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Pues bien, Volveréis cuenta la historia de una pareja formada por Ale (Itsaso Arana) y Alex (Vito Sanz) directora y actor respectivamente que, a pesar de llevar juntos mucho tiempo, ambos deciden separar sus caminos. Pero al contrario que la mayoría de parejas, ellos deciden celebrar su ruptura con una gran fiesta en la que invitan a todos sus amigos, quienes se muestra incrédulos ante la situación. Aunque parece una idea de lo más sana y madura al principio, con el tiempo la pareja se irá dando cuenta de que después de diez años no saben estar solos. Además, todos sus amigos y compañeros de trabajo comienzan a inquietarse con la situación al no saber qué hacer en un caso así.
Todo queda en familia
“Aquí Trueba experimenta con una narración onírica y algunas técnicas de montaje que funcionan bien para ilustrar las crecientes desavenencias en la publicitada certidumbre de Ale y Alex” o “Volveréis es terapia cinematográfica” son solo algunos de los elogios y halagos que está recibiendo la película en sus primeras críticas. Una recepción que no se ha dado solo con medios españoles, sino también internacionales, que se han volcado con el trabajo del director de Quién lo impide o Todas las canciones hablan sobre mí. Eso no quiere decir que Volveréis sea un gran encuentro amoroso que termina con un “se han querido todo el tiempo”. Ni mucho menos. Pero es implacablemente práctico sobre cómo los finales -o la anticipación de ellos- pueden generar nuevas apreciaciones.
Según coinciden muchos críticos, Volveréis podría ser la mejor película de Trueba hasta la fecha, y también una de las mejores interpretaciones de sus pareja protagonista. Tal y como ha comentado el propio Jonás Trueba en alguna entrevista, la película tiene en gran medida que ver con las remarriage comedies, un género acuñado por el crítico Stanley Cavell que hace referencia a las comedias de Hollywood de los años 30 y 40, entre ellas La pícara puritana, Luna nueva o Las tres noches de Eva. Pero no hay que olvidar que la película es un homenaje al propio cine de Trueba y a su padre, quien tiene una aparición especial como el padre de Ale, lo cual no deja de ser aun más curioso si tenemos en cuenta que Itsaso Arana es la pareja del propio Jonás Trueba en la vida real. Todo queda en familia.