Los agentes de movilidad del Ayuntamiento de Madrid cumplen 20 años en 2024. Pero el cuerpo que creó Alberto Ruiz-Gallardón para regular el tráfico de la capital no pasa por su mejor momento bajo el mandato de José Luis Martínez-Almeida. Y es que la última promoción interna para aumentar la plantilla ha sido todo un fracaso. Se ofrecían 130 plazas, pero solo se han presentado tres aspirantes. “Los agentes de movilidad somos funcionarios del grupo 18, así que a la promoción interna solo se pueden presentar compañeros de igual o inferior categoría. El problema es que es una profesión poco atractiva, y estos datos lo demuestran”, señala Jesús Méndez, secretario general del Sindicato Profesional de Agentes de Movilidad (SPAM), federado en CSIT Unión Profesional.
Para más inri, no es que nadie quiera entrar, es que muchos se quieren ir. La Policía Municipal también ha sacado su promoción interna y ha pescado en este cuerpo. En octubre está previsto que 154 agentes de movilidad pasen a la Policía. “Es en torno al 30% de la plantilla. Y son los que se han podido ir. Porque más de 400 compañeros han presentado la solicitud para cambiarse”, asegura Méndez. “Ante esta situación, el Ayuntamiento prefiere hacer oídos sordos, sin tener una planificación ni reflexión al respecto”, sentencian desde el sindicato.
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Infobae España ha preguntado al Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Consistorio si tiene un plan para reforzar la plantilla del cuerpo, pero un portavoz se ha remitido a las explicaciones que el concejal del ramo, Borja Carabante, dará este lunes 20 en comisión. “Ya en 2022 preguntamos al Ayuntamiento si tenía un plan para este cuerpo tan importante para la ciudad de Madrid, porque parece ser que el único plan es cargárselo”, señala Esther Gómez, concejala de Más Madrid. La pregunta es que si la promoción interna no funciona, por qué no se recurre a oposiciones externas, de turno libre. “Entre 2018 y 2021 sacaron 22 plazas, pero las personas que se presentaron todavía siguen haciendo pruebas años después”, señala Gómez. Algo que certifica Jesús Méndez. “Precisamente este lunes son las pruebas físicas, el último examen”.
“No hay que olvidar que cuando Gallardón puso en marcha este cuerpo había unos 1.000 agentes, ahora son unos 550, de las que 70 son mujeres. Y están sacando el servicio a base de horas extras. Lo que supone un gasto extra, por una mala planificación”, señala la edil Gómez. “El Sindicato Profesional de Agentes de Movilidad avisó con anticipación del fracaso de la convocatoria de promoción interna, ya que no se iban a llevar a cabo unas pruebas físicas baremadas por edad, al igual que se realizan en el resto de las promociones internas en las administraciones. Una vez más, la prepotencia de la Corporación hizo que la solicitud sindical fuera desatendida, dando como resultado el bochornoso y vergonzante desenlace. En el mejor de los casos, se cubrirán 3 de 130 plazas y 127 plazas serán tiradas a la basura”, lamentan desde el SPAM.
Pero, ¿por qué no es atractivo el trabajo? Este diario ha podido hablar con un agente que lleva 16 años en el cuerpo y que ha pedido el anonimato. “El problema no es que sea un trabajo duro, siempre de pie y chupando contaminación, sino que es muy difícil conciliar con la familia. Los veteranos hemos tenido niños con el paso del tiempo y es muy difícil cambiar de turno y poder adaptar las necesidades del trabajo a los de tu casa”. Actualmente, hay cuatro turnos: de 7 a 14 horas, de 8 a 15 horas, de 14 a 21 horas y de 15 a 22 horas. Y luego cada agente tiene que trabajar un fin de semana de cada cuatro. “Y todo por menos de 1.500 euros. En la Policía Municipal se gana, de media, 800 euros más”.
Este agente también cree que el Ayuntamiento no apuesta por el Cuerpo. Y pone como ejemplo la vestimenta. Y eso que, en enero de 2023, el Área decidió modificarles el uniforme. El cambio más significativo afectaba al color: el rojo flúor se convertía así en el nuevo tono identificativo de este cuerpo municipal para mejorar su visibilidad. El Ayuntamiento adquirió 1.500 polos de manga larga y otros tantos de manga corta; 1.400 pantalones con forro térmico desmontable compatibles con invierno y verano y con protecciones para motoristas; 1.000 anoraks de tres capas y cortavientos; 600 cazadoras de motorista de dos capas con protecciones interiores, resistentes a la abrasión; 1.000 cascos de motorista modulares; 500 zapatos sin costuras, y 1.000 botas. “El anorak no abriga en invierno. Yo he tenido que comprar ropa térmica de mi bolsillo para no pasar frío. Y solo tenemos un pantalón. No hay repuestos”.