Pacientes tetrapléjicos logran recuperar el uso de sus manos con la estimulación eléctrica

Un ensayo clínico logra devolver las funciones en brazos y manos a pacientes tetraplégicos

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Un dispositivo de estimulación eléctrica no invasiva de la médula espinal ha conseguido mejorar la función del brazo y de la mano de 43 personas con tetraplejia (parálisis de la parte superior e inferior del cuerpo), según los resultados de un ensayo clínico publicados este lunes en Nature Medicine (SHEROWN CAMPBELL/Universidad de Washington).

Una nueva terapia de estimulación eléctrica ha logrado mejorar la capacidad funcional de pacientes tetrapléjicos en brazos y manos. Bajo el nombre de ARCEX, este tratamiento de estimulación eléctrica externa ha resultado un éxito en el 72% de los participantes, explica el estudio publicado este lunes por la revista Nature.

Los investigadores trabajaron con 60 pacientes que sufrían una lesión medular incompleta, que todavía les permitía mover las extremidades pero de forma reducida. Así, tenían problemas a la hora de realizar tareas como coger una canica o jugar con un cubo de Rubik.

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Los ensayos comenzaron a realizarse en julio de 2022 y, durante el proceso, se realizaron 24 sesiones de rehabilitación simple y terapia ARCEX, con estimulaciones de 30 hercios de potencia. Finalizad la terapia, 43 de los 60 participantes han experimentado una mejoría de fuerza y de función, tanto del brazo como de la mano. Asimismo, 54 de ellos lograron una mejoría en uno de ellos.

La terapia ARCEX mejoró además la recuperación de la función sensorial de los pacientes, que además informaron de una disminución en la frecuencia y gravedad de los espasmos musculares que sufrían. Los participantes declararon igualmente una mejora de la calidad del sueño y una reducción del dolor en su día a día.

Resultados esperanzadores, pero cautela por las “falsas expectativas”

“La lesión de la médula espinal a nivel cervical suele cursar con una alteración permanente de las funciones de los brazos y las manos, y esto tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas afectadas. Uno de los principales obstáculos para desarrollar terapias efectivas es la limitada capacidad de reparación y regeneración del sistema nervioso central”, explica a Science Media Centre Eduardo Fernández, director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche y director del grupo de Neuroingeniería Biomédica del CIBER-BBN.

El estudio introduce una nueva estrategia terapéutica no invasiva que consigue restaurar algunas de las funciones perdidas a causad el daño medular. El proceso lleva la corriente eléctrica a la médula espinal a través de electrodos colocados en la superficie. Estos electrodos se conectan al dispositivo ARCEX, que envía descargas de 30 hercios con una frecuencia portadora de 10 kilohercios en 10 pulsos de 100 microsegundos.

Con la mejora en la gran mayoría de pacientes, los investigadores no han encontrado efectos adversos importantes. Sí se registraron 44 efectos secundarios sin gravedad en 17 de los participantes.

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Los resultados apuntan, según Fernández, a un futuro “esperanzador”. No obstante, no quiere crear falsas expectativas con ello. “No hay un grupo control ni se trata de un ensayo aleatorizado”, advierte. Además, “existe una gran variabilidad en las funciones motoras de las personas con tetraplejia”. Por ello, señala que “son necesarios más estudios” respecto a la electroestimulación, que permitan conocer mejor el mecanismo detrás de la mejora percibida.

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