Con la llegada de las primeras unidades Chinook F, el helicóptero más moderno de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet), las Fuerzas Armadas han visto reforzado su despliegue en la misión internacional en Irak, donde España cuenta con cerca de 300 soldados. Este par de aeronaves, de un total de tres que estarán destinadas al país de Oriente Próximo, han supuesto el retiro de los veteranos Cougar, modelos que han acumulado 9.000 horas de vuelo por los cielos iraquíes a lo largo de los últimos siete años.
Los helicópteros pasarán a formar parte de la Task Force Toro, unidad que, desde la base aérea de Al Asad, proporciona transporte aéreo a las tropas de la coalición internacional de 60 países que, en el marco de la operación denominada Inherent Resolve, trata de frenar el avance del grupo terrorista Daesh en Irak, mediante bombardeos selectivos contra las posiciones yihadistas en el norte del país.
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Además, España también participa de la Misión de la OTAN en Irak (NMI por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es ayudar a fortalecer las fuerzas de seguridad iraquíes a través de la capacitación y el asesoramiento de los funcionarios del Ministerio de Defensa. El fin último de la operación es que Irak desarrolle capacidades para crear estructuras de seguridad nacional e instituciones profesionales de educación militar más sostenibles, transparentes, inclusivas y eficaces.
Características del ‘Chinook F’
Las Famet están inmersas en la modernización de la flota de Chinook CH-47, sus helicópteros de mayor tamaño, a la versión Foxtrot (F) de la aeronave, un proyecto para el que el departamento que lidera Margarita Robles ha destinado 800 millones de euros. En la práctica será como contar con aeronaves nuevas, dado el salto tecnológico y de capacidades que el Chinook F supondrá para el Ejército. La fuerza planea contar con un total de 18 de estos helicópteros para antes de que termine 2024. Estas aeronaves, con dos juegos de hélices -una delantera y otra trasera- de tres palas cada una, forman parte del Batallón de Helicópteros de Transporte (Bheltra) V con base en Colmenar Viejo, al norte de Madrid, por lo que no es raro verlos sobrevolar la capital española de vez en cuando.
Una de las principales particularidades de la nueva versión del Chinook es su capacidad de aterrizar sin la ayuda de un piloto. Sus nuevos sistemas le permiten efectuar aterrizajes con una precisión milimétrica gracias a las ayudas a la navegación y al piloto automático digital. De igual manera, la nueva tecnología y software que incorpora hace posible programar vuelos estacionarios -considerados de alto riesgo- en los que el helicóptero permanece suspendido en un punto fijo.
Su cabina está completamente digitalizada, con cinco grandes pantallas en las que se detallan la información del entorno y las condiciones del helicóptero. Otra de las principales innovaciones se refleja en la aviónica del aparato, que presenta 80% de cambios respecto a la versión anterior. La estructura del Foxtrot está fabricada en materiales compuestos más ligeros y resistentes, lo que se traducirá en una reducción de los costes de mantenimiento y redundará en una mayor vida operativa. Así, los helicópteros deberán someterse a mantenimiento cada 320 horas de vuelo, cuando en la versión Delta ese tiempo era de 200 horas.
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Los Chinook F presentan también un nuevo freno de rotor, un sistema que mejora su capacidad de operar con los buques de la Armada, principalmente el portaaviones LHD Juan Carlos I, ya que controla la inercia de la aeronave. Asimismo, las unidades tendrán un sistema de autoprotección de última generación desarrollados por Indra, empresa que también dotará a los Chinook españoles con su sistema de planeamiento de misión Talium, por el que Defensa ha pagado 15 millones de euros.