Si no la has visto, te han hablado de ella. Si la has terminado, seguramente no puedas parar de recomendarla. Mi reno de peluche se ha convertido en una de las revelaciones del año: una ficción que navega en el humor negro para mostrar de forma cruda y fría temáticas como el acoso, la identidad sexual, los traumas o el abuso dentro del sector del espectáculo. La ficción, creada por Richard Gadd y basada en un caso real de su hemeroteca vital, escapa de los convencionalismos para adentrarse en territorios de lo más corrosivos.
La serie del gigante del streaming narra la historia de Donny Dunn (Gadd), un cómico que está pasando una mala racha y que decide tener un detalle con una desconocida, una mujer que coincide en su estado de ánimo y que termina obsesionándose con él. Martha Scott (interpretada por Jessica Gunning) comienza a enviarle miles de correos electrónicos y cientos de mensajes de voz al cómico, que se ve envuelto en una vorágine de culpabilidad que le bloquea a la hora de buscar una escapatoria.
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“Ese acto de bondad cambia la vida de Donny para siempre, porque durante los tres años siguientes, Martha le acecha”, ha explicado la actriz Jessica Gunning. “Le envía 41.000 correos electrónicos y cientos de horas de mensajes de voz. Pero no es la típica historia de acosadores”, subraya. Los 24 meses de persecución que el aspirante a cómico vivió se trasladan a siete episodios catárticos que narran las partes más subversivas de la historia real.
Mi reno de peluche ha calado tanto en la audiencia, consensuando a todo tipo de público, que los espectadores han querido saber quiénes habían perpetuado en la vida real los casos de abuso y acoso que Gadd relata en la ficción. El interés ha sido tal que el creador ha pedido, en una entrevista reciente con The Hollywood Reporter, que se acaben las conjeturas, afirmando que “la gente a la que quiero, con la que he trabajado y a la que admiro se está viendo injustamente envuelta en especulaciones”.
Gadd ha aclarado en la entrevista con el reputado medio estadounidense que la serie ha de ser concebida “como una obra de arte” creada para el disfrute, y para nada está de acuerdo con el trabajo “de detective” que algunos espectadores están enarbolando en sus casas. “Para cada papel, ha habido unas cinco o seis personas que han sido identificadas en la vida real, incluso hasta el gerente del pub”, ha declarado a The Hollywood Reporter. “Internet siempre va a hacer de las suyas... El otro día me enviaron un vídeo de alguien que decía ser Teri. No los había visto en mi vida”, alegaba.
“Si hubiera querido que se encontrara a las personas de la vida real, lo habría convertido en un documental. He hablado públicamente de que no quiero que la gente lo haga”, ha apostillado Gadd. Pese a sus peticiones, la prensa y la televisión han querido exprimir el sensacionalismo morboso que rodea a los detalles de su cronología.
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“La víctima real soy yo”
Hace unos días, y tras el eco global que Mi reno de peluche ha tenido, el presentador británico Piers Morgan entrevistó en su programa, Piers Morgan Uncensored, a la supuesta acosadora. Se trata de Fiona Harvey, de 58 años, que ha descrito el relato de Gadd como una “obra de ficción” e “hipérbole”, negando haber realizado todo lo que se describe en la serie. Fue entonces cuando Harvey admitió a Morgan que estaba considerando emprender acciones legales contra Netflix y el propio Gadd. La personalidad televisiva ha sido muy criticada por llevar a Harvey al programa.
Antes de pisar un plató televisivo para contar su versión de la historia, Harvey rompió su silencio. “Yo soy la víctima aquí”, declaró en una entrevista con Daily Record en la que niega los hechos que se relatan en los episodios de Mi reino de peluche. “He recibido amenazas de muerte a pesar de que muchas de las cosas que afirmó simplemente no son ciertas”, añadió. Martha Scott y Donny Dunn son los nombres ficticios que Gadd emplea para contar el terrorífico relato que vivió.
“Estuve en compañía de Richard Gadd en varias ocasiones, pero no lo acosé como él afirma”, continuó relatando. “Es una grave intrusión en mi privacidad, no lo he visto en 12 años”, dijo de la ficción que se ha colado en los televisores de todo el mundo. “Este fin de semana busqué en Google y las historias sobre Richard Gadd y Baby Reindeer estaban por todas partes”.
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