Esta semana ha finalizado el juicio en el que el jurado popular ha considerado culpable al acusado de haber cometido el conocido como el crimen de ‘La Fiestuki’, una pelea en la madrugada de agosto que terminó con un disparo de pistola y un hombre herido que murió tras casi diez horas en el hospital.
La madrugada del 2 de agosto de 2022 se celebraba en Valladolid una celebración en un recinto privado conocido como Fiestuki, situado en la N-122. Sobre la 01:30 llegó al lugar un coche en el que viajaban un hombre y una mujer, ambos procedentes de Salamanca.
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Amenazas que acabaron con un disparo
Una vez dentro del recinto, el hombre comenzó una discusión con uno de los locales. La cosa se acaloró, hasta el punto que el segundo amenazó al ahora culpable con una barra de hierro. El encausado le respondió mostrando una pistola que llevaba en la cintura, lo que no solo no amedrentó a la víctima, sino que esta llegó a retarle a que le disparara.
Ante la situación, el personal del establecimiento le quita la barra de hierro y pide a las dos partes que abandonen el local para no causar más problemas en el interior. Ya fuera, la víctima, desnudo de cintura para arriba y desnudo, siguió con sus increpaciones con frases como “saca lo que tienes ahí” y “mátame”.
Este es el momento en el que el procesado, “con el ánimo de acabar con la vida de su oponente”, según indicaba el informe de acusación de la Fiscalía, empuña la pistola que había enseñado con anterioridad y, a poco distancia y sin posibilidad de fallar el tiro, efectúa un solo disparo, que le impacta en el pecho y le deja herido de muerte.
El atacante vuelve entonces corriendo al recinto y se dirige a la mujer con la que había llegado, para ambos escapar en su coche. Con todo lo ocurrido, los trabajadores del local habían cerrado la puerta de acceso de vehículos y al llegar el hombre se acercó a uno de ellos y le amenazó diciéndole que “o te quitas o te pego un tiro a ti también”. Ante el miedo de que cumpliera lo dicho, le dejó salir y ambos escaparon.
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La víctima fue trasladada al Hospital Clínico Universitario de Valladolid, donde extrajeron el proyectil tras una intervención quirúrgica aunque, debido a las lesiones sufridas, el afectado falleció a las 11:30 horas del mismo 2 de agosto por fracaso multiorgánico.
La Guardia Civil fue la encargada de llevar el caso y no fue hasta el 31 de agosto de ese mismo año que encontraron a los dos supuestos autores en un piso de Salamanca. En el mismo también incautaron una pistola semiautomática, un cargador y un cartucho. Más tarde se supo que esta fue el arma que se disparó. Él fue acusado de un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas, este último también compartido por ella.
Declaración de inocencia
Durante todo juicio, el principal acusado se declaró inocente y atribuyó el crimen a una tercera persona que aquella madrugada se desplazó con él y otras personas más en varios coches desde Salamanca a La Cistérniga pero que ha rechazado identificar ante las supuestas amenazas de muerte recibidas para que mantenga su anonimato, según informa Europa Press.
En su versión exculpatoria, Rubén explicó que cuando se produjeron los hechos tanto él como la otra acusada, permanecieron dentro del coche consumiendo droga y no se enteraron de lo ocurrido hasta que varios de sus acompañantes que habían entrado en la sala les advirtieron de ello y les invitaron a salir huyendo de allí, cosa que hicieron ya que el acusado se encontraba por aquellas fechas en busca y captura por violencia de género.
Además, Rubén negó ser el propietario de la pistola utilizada en el crimen y que pertenecía a uno de sus acompañantes de esa noche que se la había dejado en su casa. “Es el dueño del arma pero no el autor del disparo, aunque me acusa a mí porque tiene todavía más miedo al verdadero responsable”, sostuvo el presunto asesino.
El ahora culpable se enfrenta a un total de 20 años y medio, que es lo que pide la Fiscalía, y ella a dos años y seis meses. Sin embargo, hasta que el juez no tome la decisión final, no se sabrá la condena de los dos enjuiciados.