Apple TV se está convirtiendo en una de las plataformas de ‘streaming’ que más apuestan por la ciencia ficción contemporánea. Después de producciones tan potentes como Para toda la humanidad (que va a alcanzar su cuarta temporada); la serie sobre ‘alienígenas’ Invasión; la adaptación de las novelas de Isaac Asimov, Fundación y la aventura espacial Constelación, ahora llega Materia oscura (no confundir con La materia oscura), basada en el libro de Blake Crouch que se convierte también en el creador de este proyecto sobre viajes en el tiempo y universos paralelos.
La serie arranca con un humilde profesor de física, Jason Dessen (Joel Edgerton) que está felizmente casado con Daniela (Jennifer Connelly) y que tienen un hijo ya adolescente, Charlie. Un día, un antiguo compañero de facultad, lo invita a tomar algo, ya que ha ganado un importante premio de investigación, Ryan Holder (Jimmi Simpson). Mientras regresa a casa, será atacado por un hombre con una careta que le hará una serie de preguntas extrañas como, ¿eres feliz? ¿te hubiera gustado tener otra vida?
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Cuando despierte, Jason no reconocerá nada de lo que hay a su alrededor. Él es ahora quien tiene una empresa de nanotecnología y ganó ese galardón que lo catapultó a la fama, no está casado con Daniela y, por supuesto, no tiene un hijo.
Un thriller casi ‘existencial’
Durante los dos primeros episodios que ya están disponibles en Apple TV, la serie juega al desconcierto, el mismo que tiene el protagonista para, poco a poco, ir poniendo las cosas en su sitio, ordenando las piezas de un puzzle tan intrincado desde el punto de vista del thriller, como casi existencial a partir de las reflexiones que propone la narración.
Materia oscura gira en torno a las decisiones que tomamos y cómo a partir de ellas se pueden generar diferentes versiones de nosotros mismos. Caminos que desechamos y futuros posibles en los que todo cambia a mejor o a peor, dependiendo de las circunstancias, de nuestras prioridades y nuestros deseos.
De alguna manera, la serie se encarga también de interpelar al espectador a través de las cuestiones que propone. ¿Qué hubiera pasado con nuestras vidas si hubiéramos tomado otras elecciones? ¿Seríamos las mismas personas o habríamos cambiado totalmente?
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El cine ha abordado estos asuntos desde muchas perspectivas y géneros y, en esta ocasión, se acerca desde el quiebro psicológico que produce ser consciente de que no se puede volver a una vida anterior en la que supuestamente te encontrabas a gusto y que supone perder parte de las cosas y las personas que te hacían feliz.
En realidad, Materia oscura poco tiene que ver con el concepto del Multiverso que últimamente parece haber puesto de moda la factoría Marvel en sus películas. Parte de supuestos teóricos como el Gato de Schrödinger, un experimento a modo de paradoja que nos presenta a un hipotético gato que puede estar al mismo tiempo vivo y muerto. En definitiva, que varias cosas pueden estar pasando al mismo tiempo según la física cuántica.
Así, en este caso, ¿quién sería el verdadero Jason? ¿El que no ha tenido vida e intenta usurpar la del otro para escapar de esa cárcel que él mismo ha construido? ¿Quién es el Jason 1 y el Jason 2? Una trama de lo más paranoica que irá acentuándose a lo largo de la narración, sustentándose en las interpretaciones de Egerton, Conelly y Alice Braga, que tendrá también un papel fundamental.