Descubren una obra de Muelle condenada al derribo: la firma del histórico grafitero desaparecerá en dos días

Unas obras de un edificio en Madrid han dejado al descubierto el trabajo de Muelle en una pared que se derribará este viernes

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La firma del mítico grafitero
La firma del mítico grafitero Muelle aparece en un edificio de la Cava Alta con la calle Toledo

Fue el primer grafitero español y marcó la época de la Movida Madrileña. Juan Carlos Argüello, más conocido como Muelle, dejó su firma en muros, quioscos y estaciones de Metro de la capital. Esta semana, unas obras en un edificio de la esquina de la Cava Alta con la calle Toledo han desvelado bajo capas de pintura la conocida firma del artista, pero su conservación parece imposible: la pared en la que se encuentra va a derribarse este viernes.

“Es una propiedad privada con obras autorizadas y no tenemos una legislación que ampare su conservación ya difícil de por sí porque hay que picar para arreglar una bajante de agua que pasa justo detrás”, ha explicado en redes sociales el concejal socialista Antonio Giraldo.

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De este dibujo ya tenían constancia algunos expertos, según explica Adriana Moscoso, concejala de Cultura por el PSOE, a Infobae España. Moscoso defiende que aunque estas obras puedan comenzar siendo efímeras, muchas “ya han pasado a ser arte”. “En la medida de lo posible, creo que hay que preservarlas”, defiende. Sin embargo, los primeros análisis que han hecho desde el PSOE madrileño apuntan a que el grafiti no podrá protegerse, pues los trabajos en el edificio son necesarios y “tampoco hay una normativa clara” respecto al arte urbano. Aun así, quieren explorar todas las opciones posibles y ha pedido a la población que aporte sus sugerencias. De descargarse definitivamente la conservación, piden que por lo menos se pueda catalogar.

La conservación de lo efímero

Uno de los grafitis de
Uno de los grafitis de Muelle, en la calle Montera (Ayuntamiento de Madrid)

La historia parece destinada al fracaso con este Muelle, pero Moscoso espera que por lo menos se consiga “plantear un debate sobre cómo ir protegiendo estas expresiones artísticas”, que en casos como el de este histórico grafitero “tienen un valor muy especial porque representan toda una época de nuestra historia más reciente”. La firma de Muelle empezó a reproducirse a mediados de los 80 en el Barrio de Campamento (La Latina), donde vivió y nació, y fue extendiéndola por diversos puntos de la ciudad. Aunque no se conservan demasiado, terminan por aparecer en los lugares más insospechados.

Moscoso recuerda por ejemplo el descubierto hace unos años en un bar de Lavapiés, en la calle Moratín, cuyos dueños han preservado. Recientemente, se han encontrado en el interior de la antigua cárcel de mujeres de Yeserías. Esto es para Moscoso “parte de la gracia que tiene” el artista, “tan propio de la ciudad de Madrid” que era capaz de dejar su huella en cualquier parte. “Refleja un momento muy concreto, una manera de vivir”. Por desgracia, lamenta la concejala, la capital “no se ha preocupado por el arte urbano, los grafitis o los murales que hay”. “Hay muchísimos en nuestras calles, en la parte del casco histórico, que son de los años 80 y que no se han rehabilitado. Falta una sensibilidad y una mayor conciencia de que eso también es arte, que además conecta con la juventud, con el sentir de un momento muy concreto, de una manera muy específica de expresarse”, reflexiona. Argüello ha sido en muchos casos la excepción a esta norma, pues su trabajo ha recibido varios reconocimientos desde el Ayuntamiento de Madrid, que en 2022 instaló una placa conmemorativa al primer grafitero español.

La concejala es consciente de que no todas las piezas de arte urbano son recuperables, algo innato en la propia disciplina. “Algunos grafiti, si se quedan a la intemperie, desaparecen en dos días, porque están hechos con bolo o con materiales que no resisten mucho a la luz”. Por eso, sugiere adoptar una filosofía similar a la de la arqueología, donde “no siempre tienes que exhibir lo que está”. “Hay muchísimos yacimientos en nuestro país que se descubren, se abren, se analizan, se catalogan y se vuelven a tapar. Y sabes que quizás hay una villa romana, pero no se exhibe y se muestra al público”, ejemplifica. “Igual en algunos casos lo que hay que hacer es volverlo a cubrir y simplemente saber que está ahí”, apunta.

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La petición del PSOE por redes sociales a buscar maneras de conservar esta obra no ha venido sin críticas, pues lo consideran una forma de ensuciar la ciudad y los bienes públicos. Moscoso sabe que “siempre va a haber gente que tenga una visión mucho más cerrada de lo que es el arte” y le cueste reconocer el grafiti como tal, aun cuando es “una manera de expresión artística que ha aportado tantísimo a la cultura del siglo XX”, expresa, recordando la importancia del arte en el Muro de Berlín. “Forma parte de nuestro día a día y es una manera de interpretar nuestra realidad tan válida como cualquier otra”.

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