Por qué los médicos reciben una pensión de jubilación mucho menor que para la que realmente cotizan

El Sindicato de Médicos de Andalucía ha denunciado esta problemática

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Un médico y un paciente en una consulta. (Europa Press)
Un médico y un paciente en una consulta. (Europa Press)

El Sindicato de Médicos de Andalucía ha destacado una problemática importante en el sector de la salud relacionada con la jubilación de sus profesionales, concretamente la de los médicos. Conforme señala el sindicato, estos facultativos, al igual que los trabajadores que perciben ingresos superiores a la base de cotización máxima, afrontan significativas pérdidas económicas al jubilarse. Estas pérdidas pueden superar el 35% de su salario en la mayoría de los casos y llegar a más del 50% entre aquellos que realizan guardias.

Desde el sindicato recuerdan que existe un tope máximo de pensión en España, que en el año 2024 es de 3.175,04 euros brutos mensuales en 14 pagas (44.450,56 euros brutos anuales), la diferencia entre el tope de cotización y la pensión máxima supera los 12.000 euros al año, más del 17%. “Muy posiblemente, este tope de pensión máxima, no se suprimirá por el gobierno cuando suprima el tope de la cotización, como han advertido en alguna ocasión, con lo que los médicos cotizaremos más sin percibir mayor pensión. Solo en algún caso excepcional podrá beneficiar a algún médico con pocos años cotizados”, comentan.

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Añaden que “la mayoría de los médicos, con las guardias, trabajan en 30 años el equivalente a 40 años o más de jornada ordinaria de otras categorías o de los médicos que no hacen guardias”. “Ya es hora de que esto se tenga en cuenta a la hora de la jubilación. La profesión médica merece un tratamiento especial, aplicando un factor de corrección en los años cotizados”, denuncian.

Por otro lado, los trabajadores con sueldos brutos inferiores a la base máxima de cotización generalmente no experimentan reducciones considerables en sus pensiones. Sin embargo, las modificaciones legislativas recientes y futuras podrían empezar a tener un impacto negativo en este grupo. La Ley 27/2011, impulsada durante la presidencia de Rodríguez Zapatero, y el Real Decreto-Ley 3-2023 establecen cambios en el cálculo de las pensiones que, a partir de 2027, podrían complicar la obtención del 100% de la base reguladora, exigiendo más años de cotización, según explican en el informe Jubilación ordinaria del médico en 2024: Cuándo, cómo y cuánto llevado a cabo por el Sindicato de Médicos de Andalucía.

Límites por los años dedicados a la formación

Esta situación se ve especialmente agravada en el caso de los médicos, cuya formación prolongada limita su periodo de cotización en comparación con otras profesiones. Los médicos que cumplan con los requisitos para alcanzar el 100% de la base reguladora recibirían una pensión inicial calculada en unos 3.400 euros brutos mensuales. Sin embargo, debido al tope máximo de pensión, esta cantidad se reduce a 3.175,04 euros brutos mensuales, totalizando 44.450,56 euros anuales.

Para mitigar el impacto de estas pérdidas en su poder adquisitivo, desde el sindicato médico señalan una serie de opciones. Una de ellas es la contribución a planes de pensiones privados, que brindan un beneficio fiscal. A partir del año 2022, el límite de deducción para las aportaciones se ha reducido a 1.500 euros anuales, contrastando significativamente con los 8.000 euros de años anteriores.

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Otra alternativa es aplazar la jubilación. Por cada año de demora después de la edad legal de jubilación, la pensión se incrementa en un 4%, aunque no puede superar el tope de la base de cotización de la Seguridad Social. Este incentivo permite a los médicos superar la pensión máxima, si bien permanecen limitados por el tope máximo.

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Este conjunto de medidas y situaciones subraya la complejidad del sistema de pensiones español y pone de relieve los desafíos específicos que enfrentan los profesionales médicos. La necesidad de asesoramiento individualizado y la consideración de este colectivo en futuras reformas del sistema de Seguridad Social se presentan como puntos críticos para asegurar una jubilación justa y sostenible para estos trabajadores esenciales.