En 2023, 8.119 enfermeras dejaron su provincia para trasladarse o bien a otra provincia o comunidad autónoma (6.646) o bien a otro país (1.473), según los datos del Consejo General de Enfermería (CGE). “La razón principal para esta elevada movilidad no es otra que la precariedad laboral que vive el sector y dentro de ella la temporalidad y las malas condiciones laborales. Lejos del 8% marcado como objetivo por el Gobierno, la temporalidad entre las enfermeras no baja del 30% y pese a las OPEs de estabilización, sigue siendo un lastre”, apuntaba Florentino Pérez Raya, presidente del CGE el pasado jueves.
Como señala el presidente de las 335.000 sanitarias españolas, “las enfermeras que viven enlazando contratos, muchas veces de días e incluso por horas, ven cómo su vida personal se ve afectada y les resulta casi imposible conciliar. Renunciar a un contrato, que a veces se ofrece de un día para otro, supone una penalización que les lleva directamente al último puesto de la bolsa de empleo. “¿Cómo no van a buscar otro lugar, ya sea fuera de su provincia o en otro país?”, se preguntaba.
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Ocho de cada diez enfermeras sufre ‘burnout’
Tras la pandemia del Covid-19, el informe el informe “Lo que la pandemia de COVID-19 ha expuesto” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluyó que la sobrecarga y tensión asistencial había propiciado que las enfermeras y los enfermeros sufran el síndrome del profesional “quemado” (o ‘burnout’ en ingles). En concreto, ocho de cada diez profesionales en nuestro país declararon sufrir este síndrome.
Asimismo, el último estudio al respecto realizado por el sindicato de enfermeras SATSE concluyó que cerca de nueve de cada diez profesionales se sentían estresadas y con agotamiento emocional en su trabajo. También nueve de cada diez sufrían nerviosismo, ansiedad, temor, angustia y alteraciones del sueño y ocho de cada diez alteraciones del apetito.
Trauma vicario por la naturaleza de la enfermería
Desde el sindicato denuncian que “la sobrecarga laboral y otras condiciones inherentes a su desempeño profesional (trabajo a turnos y por las noches, falta de estabilidad, violencia verbal y física…), las enfermeras están en contacto permanente con el sufrimiento ajeno y la muerte a lo largo de toda su trayectoria profesional”. Esta realidad provoca el “trauma vicario,” también conocido como tensión empática, que es el desgaste psicológico y emocional que pueden llegar a sufrir aquellos profesionales que se dedican a cuidar de las personas. Este trauma provoca un gran número de síntomas emocionales, fisiológicos, cognitivos y conductuales.
Reclamaciones de las enfermeras
Este domingo 12 de mayo, las organizaciones de trabajadores sanitarios conmemoran el Día Internacional de la Enfermería y piden “mejoras sustanciales en las condiciones laborales y un mayor reconocimiento” hacia estos profesionales de la salud. Desde la Central Sindical independiente y de Funcionarios (CSIF) han denunciado “las persistentes desigualdades retributivas entre comunidades autónomas que afectan al colectivo sanitario, así como el abandono por parte de la Administración en cuanto a reconocimiento y valoración profesional”.
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Entre las demandas planteadas el sindicado destacan: la adecuación y reclasificación profesional, la actualización de funciones con una retribución justa, la jubilación anticipada y voluntaria por coeficiente reductor, y la disminución de las ratios de enfermera/TCE y paciente. Además, se ha hecho hincapié en la necesidad de impulsar la investigación a través de programas específicos y de incorporar nuevas titulaciones en especialidades de enfermería.