Ser un irresponsable o un tramposo al volante, además de suponer un peligro en la carretera, es perjudicial para el bolsillo. Las multas más altas impuestas por la Dirección General de Tráfico (DGT) están relacionadas con infracciones que ponen en riesgo la seguridad vial o que incumplen la normativa básica de circulación.
Pero algunas infracciones son peores que otras, al menos para las autoridades. En concreto, hay dos motivos que suponen multas de hasta 6.000 euros. El primero es la manipulación, falsificación o cualquier modificación que afecte a la visibilidad de las matrículas,. que además puede conllevar la pérdida de seis puntos del carnet. Esta sanción también aplica si el conductor tiene instalado un sistema que pueda ocultar la placa o alterarla.
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Y el segundo caso es el uso de inhibidores de radares, considerados ilegales. En algunas situaciones, si la infracción se comete junto con otros delitos, como usar el móvil mientras se conduce, el conductor puede perder un total de hasta 12 puntos.
Otras multas que pueden superar los 1.000 euros
No contar con un seguro en regla puede ser motivo de multas de entre 650 y 1.500 euros, dependiendo del tipo de vehículo. Por ejemplo, para coches, la sanción es de 800 euros, mientras que para motocicletas se reduce a 700 euros. Los camiones y autobuses tienen una penalización más alta, de hasta 1.500 euros. Además, si el vehículo no está asegurado correctamente, la DGT puede ordenar su inmovilización hasta que se regularice la situación.
Conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas es otra de las infracciones más graves. Las multas pueden alcanzar los 1.000 euros, y la retirada de seis puntos del carnet si se exceden los límites permitidos. Para reincidentes o en casos extremos, las sanciones pueden incluir la privación del permiso de conducir y hasta penas de prisión.
Según la DGT, el elevado monto de estas multas busca “reducir comportamientos que comprometen la seguridad vial, reforzando la importancia de respetar las normas”.
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Sanciones graves
Además de esas infracciones mencionadas, hay otras sanciones graves que pueden llevar a importantes multas y la pérdida de puntos.
Uno de los más obvios, y de los más habituales, es el exceso de velocidad. Dependiendo de cuánto se haya superado el nivel permitido, las multas pueden oscilar entre los 100 y los 600 euros, con una pérdida de entre dos y seis puntos del carnet. En situaciones más extremas, la velocidad excesiva puede considerarse un delito, lo que conlleva penas de prisión o trabajos en beneficio de la comunidad, además de la retirada del permiso de conducir.
La reciente Ley de Bienestar Animal también afecta al transporte de mascotas en vehículos. La normativa exige que las mascotas estén bien aseguradas en transportines o arneses específicos para evitar que interfieran con el conductor. La multa por no cumplir con estas exigencias puede alcanzar los 200 euros.
Por último, el uso del móvil o cualquier otro dispositivo electrónico que distraiga al conductor está cada vez más vigilado. Las multas pueden llegar a los 500 euros y suponen la pérdida de seis puntos del carnet.