Como no podía ser de otra manera, la tensión por la participación de Israel se está palpando también durante la gran final de Eurovisión 2024. Pese a las estrictas normas de la UER para evitar que la política contamine la competición musical, varios artistas han mostrado abiertamente su apoyo a Palestina, incluso sobre el escenario del certamen. Es el caso de Iolanda, representante de Portugal, que ha desafiado la normativa este sábado al cambiar su vestuario durante el tradicional desfile de banderas.
La artista, que durante todos los ensayos previos había lucido el vestuario blanco que lleva en la actuación, ha participado en el desfile inicial con un vestido diseñado por la firma palestina Trashy Clothing. Se trata de look que ya lució durante la alfombra turquesa que inauguró el festival el pasado domingo 5 de mayo. Además, la cantante ha lucido motivos palestinos en sus uñas.
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En declaraciones previas a RTVE, Iolanda aseguraba que su intención era salir a cantar con ese vestido, aunque en el momento de su actuación ha vuelto a llevar el vestuario original, quizás por orden de la organización. “Quiero un mundo libre e intento ayudar como puedo”, expresaba la artista, posicionándose a favor de una “Palestina libre”. Además, la cantante ha pronunciado la frase “la paz prevalecerá” al finalizar su actuación.
La historia del vestuario
Tras su aparición en el flag parade, la firma responsable del diseño que ha lucido Iolanda ha explicado en la red social X, antes Twitter, la historia detrás del vestido.
La marca relata que el diseño está inspirado en las obras del caricaturista satírico palestino Naji Al Ali, cuyo trabajo profundizaba en “temas de corrupción, codicia, resistencia, traición y colonialismo”.
“El vestido está inspirado en múltiples elementos, incluida la kufiya palestina, que presenta un motivo que se asemeja a una red de pescador, que simboliza a los pescadores de Palestina”, explican los responsables de Trashy Clothing. Así, los motivos que se aprecian en el vestido simulan las “redes de separación del colonialismo”, así como “el petróleo” que simboliza “la avaricia”. “Queríamos que su vestido pareciera un aceite derramado por todo su cuerpo”, escribe la marca.
Con este diseño, la compañía palestina quiere denunciar “la ocupación sionista y el genocidio patrocinado por Estados Unidos en Gaza”, un gesto que ha contado con el respaldo de la representante portuguesa en Eurovisión y que está por ver si tiene consecuencias para ella en el concurso.