Baltasar Garzón y Dolores Delgado se encuentran en plena cuenta atrás para dar un paso más en su historia de amor. Tras una relación de lo más discreta que comenzó con una amistad de más de tres décadas, cuando ambos estaban casados, fue en 2020 fueron vistos en una actitud más cariñosa. En diciembre de ese mismo año, se confirmó que el exjuez y la fiscal eran pareja.
Desde entonces no se han escondido, si bien es cierto que tampoco han prodigado su noviazgo en público, ya que ambos son muy discretos en lo que se refiere a su vida privada. Ajenos al foco público, a finales del pasado año, el 3 de diciembre, se casaron por lo civil en una ceremonia muy íntima. Tanto que no lo celebraron.
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Será este sábado, 11 de mayo, cuando el ya matrimonio festeje su enlace junto a sus familiares y amigos más cercanos. Esta ceremonia no será tradicional, no solo porque Baltasar y Dolores llevan casi cinco meses casados, sino porque tendrá una duración de tres días. Al igual que los protagonistas, el lugar elegido para la celebración es también bastante conocido y ha llegado a ocupar titulares en las páginas de la prensa rosa.
Se trata de la Finca Cetrina, propiedad del torero Enrique Ponce. Ubicada en la localidad de Navas de San Juan, Jaén, fue la casa familiar del diestro y Paloma Cuevas hasta su separación, donde formaron su familia y sus dos hijas dieron sus primeros pasos. Una vez que el matrimonio se disolvió, Ponce intentó primero deshacerse del lugar para después sacarle rentabilidad alquilando la finca para bodas.
Según han desvelado algunos medios, fue el padre de Ana Soria, novia de Enrique y amigo de Garzón, quien le recomendó este lugar. Hasta allí se desplazarán los invitados, que pasarán entre los muros de la propiedad todo el fin de semana, ya que la idea es que la fiesta dure tres días. La identidad de los asistentes es un misterio, pero según publicó El Mundo estarán presentes Ana Belén y Victor Manuel, amigos de los recién casados, Álvaro García Ortiz, el nuevo fiscal general del Estado; los jueces Santiago Pedraz y Fernando Andreu, además de otros funcionarios de la Audiencia Nacional y la Fiscalía. El cantante Miguel Ríos, que también estaba invitado, no podrá acudir al estar de gira por México.
La Finca Cetrina está en medio del campo y cuenta con una extensión de 900 hectáreas. El edificio principal de la propiedad consta de tres niveles. La planta baja alberga una capilla, un amplio salón, varios dormitorios, una cocina de concepto abierto, dos oficinas y una sala de billar. En la primera planta se sitúan otros cinco dormitorios, cuatro baños y un vestidor. En el sótano, por otra parte, hay una gran bodega. Entre sus características notables de la propiedad están una réplica de la puerta principal de la Maestranza de Sevilla, una piscina con diseño de capote y una plaza de toros en la que se pueden hacer capeas.
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Pese a la gran discreción con la que se ha llevado todo el asunto de la boda y la celebración, una de las hijas de Baltasar Garzón ha hablado con Vanitatis, desvelando que será “súper privada” y confirmando que estarán presentes sus tres hijos, con los que tiene una gran relación.
Su historia en común
Dos años después de destaparse el noviazgo entre el matrimonio salió a la luz que Dolores Delgado se había separado de su marido, Jordi Valls Cappel, exdirectivo de El Corte Inglés, con quien se casó en 1986 y con el que tiene dos hijos en común. Según se conoció en aquel momento, la diferencia de los caracteres de ambos, así como los viajes al extranjero de él, sumado a la rutina, dinamitaron su relación.
Por su parte, Baltasar Garzón todavía estaba casado con su mujer, la bioquímica Rosario Molina, a quien dio el ‘sí, quiero’ en 1980. Padres de tres hijos, María, Baltasar y Aurora, fue en 2021 cuando separaron del todo sus caminos, quedándose ella la vivienda familiar, ubicada en Pozuelo de Alarcón.
Y aunque la relación amorosa entre Garzón y Delgado sorprendió bastante, lo cierto es que llevaban décadas siendo amigos. Se conocieron en el año 1993, cuatro años después de que Dolores se sacara la oposición de fiscal, con solo 27 años. El escenario fue la Audiencia Nacional de Madrid, concretamente en la Fiscalía especial Antidroga, donde también trabajaba el que ahora es su marido.