Reino Unido y la UE podrían volver a abrir las fronteras para jóvenes sanitarios

El que una vez fue destino predilecto para los profesionales de la salud españoles podría volver a serlo si se facilitan las condiciones de movilidad

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Una médica ausculta a su
Una médica ausculta a su paciente (Pexels)

Cuatro años después de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, el Brexit sigue siendo un comedero de cabeza, en especial respecto a la migración entre países comunitarios y Gran Bretaña. El parón de la libre circulación provocó una considerable escasez de trabajadores en el archipiélago (calculada en unas 330.000 personas), mientras que eliminaba las oportunidades de estudio y trabajo de muchos europeos. Por ello, la Comisión Europea ha propuesto agilizar un poco las cosas: ha recomendado al Consejo Europeo abrir negociaciones para facilitar la movilidad de los jóvenes.

No se trata de más que de unos primeros pasos, pero de conseguirse, se abriría la veda para que miles de jóvenes europeos y británicos volviesen a disfrutar de intercambios culturales, educativos y oportunidades laborales en el extranjero. El objetivo es permitir que ciudadanos de la UE y Reino Unido de entre 18 y 30 años puedan permanecer hasta cuatro años en el país de destino. Una medida especialmente interesante para el personal sanitario español, que anteriormente encontraba en la nación inglesa un trabajo estable y mejor remunerado.

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Si Reino Unido había sido uno de los principales destinos para los sanitarios españoles que buscaban mejores condiciones en el extranjero, el proceso del Brexit dejó a muchos en las fronteras. Los procesos burocráticos se duplicaron en tiempo, los requisitos aumentaron e incluso se impusieron tasas para conseguir un visado, algo chocante para ciudadanos europeos acostumbrados a la libre circulación.

Estos baches han generado problemas de uno y otro lado. En Reino Unido comenzaron a acumularse los expedientes de estudiantes y trabajadores que intentaban cruzar el Canal de la Mancha. A fecha de septiembre de 2023, quedaban por resolver más de 5.700 solicitudes de asentamiento en el país tan solo por parte de ciudadanos españoles. Por otro lado, la salida de la Unión Europea provocó en el país una falta de mano de obra en sectores clave, vacantes que anteriormente cubrían trabajadores comunitarios.

“Cada mes llegaban 30 o 40 españoles enfermeros”

Diamar y su marido en
Diamar y su marido en su trabajo como enfermeros en Southampton

Los números registrados por el sistema nacional de salud británico (NHS, por sus siglas en inglés) muestran un claro descenso en los últimos años de sanitarios españoles: si en marzo de 2016, España era el sexto país de procedencia de sus trabajadores, con 7.199 personas empleadas, para finales de junio de 2023 esa cifra se había reducido hasta los 5.114, siendo actualmente el decimotercer país de procedencia entre los sanitarios del NHS. Entre aquellas personaS que regresaron se encuentra Diamar Martín-Rubio, enfermera que pasó ocho años en los hospitales de Southampton. “Cuando terminé la carrera, en 2014, la verdad es que ni busqué empleo aquí (en Madrid) ni nada”, confiesa a Infobae España.

La joven había acabado sus estudios cuando encontró a través del Colegio de Enfermería de la Comunidad de Madrid una oferta de trabajo en Inglaterra. “Empecé el proceso a principios de marzo de 2015 y el 3 de junio me fui para allá”, explica. Diamar no viajaba sola: con ella partía un grupo de 30 europeos, 25 de ellos españoles y el resto, de nacionalidad portuguesa.

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En los siguientes meses, la gente no paraba de llegar. “Cada mes y medio, llegaban treinta o cuarenta españoles y portugueses enfermeros”. Si ella llegó en el mes de junio, su actual marido aterrizó con otro grupo en noviembre. “Los primeros años allí fueron como un Erasmus con dinero”, recuerda, “todos éramos españoles, portugueses y jóvenes”.

Sin embargo, las cosas comenzaron a complicarse a partir del año 2020, con la ejecución del Brexit. “Mucha gente de España se volvía, porque no sabían qué iba a pasar”, explica. Una de las principales razones estaba en la bolsa de trabajo española, pues no sabían si se trasladaría a ella su experiencia en el extranjero. “Luego dejó de venir gente nueva porque ya te ponían un examen de inglés, que costaba 200 pavos, que no es aquí lo más barato del mundo”, recuerda. El proceso burocrático para lograr un visado de trabajo también se complicó. Así, si ella apenas había tardado unos meses en trasladarse, su cuñado, también sanitario, tuvo que esperar un año para recibir sus permisos.

La pandemia del covid-19 fue para ella la gota que colmó el vaso. “Al estar el Brexit, las restricciones para viajar fueron mucho más complicadas. Había muchos problemas y todo se hizo más bola”. Por ello, Diamar decidió regresar a Madrid, ya con su marido, en noviembre de 2022.

¿Una nueva fuga de sanitarios?

Desde el sindicato de médicos y trabajadores sanitarios Amyts, reconocen que la emigración se ha reducido tras el Brexit, pero todavía sucede “en profesiones de alta capacitación”. Las condiciones laborales son el principal atractivo para los sanitarios, que en general reciben en Londres mejores sueldos. No es así el caso de las enfermeras, reconoce Diamar, pero para ella la estabilidad fue el principal atractivo. “(En Inglaterra) Tú te presentas a la entrevista y, si pasas, contrato indefinido para ti, para siempre. Aquí en España, te apuntas a la bolsa, llegas a contratos temporales, de sustitución, luego los interinos que han hecho ahora, que es el eventual de toda la vida...”, denuncia la sanitaria.

Desde Amyts reconocen que “ya hay una fuga de fonendos por inestabilidad laboral y escasas retribuciones”. Por ello, este nuevo incentivo a la movilidad puede volver a fomentar la salida de profesionales de la salud hacia Reino Unido. “Las condiciones competitivas y el bienestar laboral priman. España debe ponerse las pilas para retener el talento”. La medida debe ahora pasar por el Consejo Europeo y de aceptarse, comenzarán las negociaciones con el país británico.

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