La pensión alimenticia es una obligación legal que tiene una persona de asegurar los recursos económicos necesarios para la manutención de sus familiares directos cuando estos no pueden hacerlo por sus propios medios. Este deber viene regulado principalmente dentro del Código Civil y de no cumplirlo, el infractor se puede enfrentar hasta a penas de cárcel.
Entre los familiares directos se encuentran los progenitores y los cónyuges o excónyuges, sin embargo los casos más habituales en los que se debe entregar esta pensión es con los hijos y tras haber tenido un divorcio. Cuando una de las partes tiene la custodia total de los descendientes será la otra la que tendrá que realizar dicho pago y si es compartida, será partida entre los dos.
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La cantidad de la pensión no está fijada por ley en España, por lo que en cada caso debe calcularse atendiendo a diferentes factores. Entre estos se encuentran los ingresos y gastos de las partes, las necesidades de los dependientes y cualquier otra variable que pueda ser relevante.
¿Qué pasa si no se paga la pensión alimenticia?
El pago de esta pensión se realiza mensualmente y es obligatorio si está estipulado en sentencia firme, si se trata de un divorcio contencioso, o bien en un convenio regulador, si ha sido de mutuo acuerdo. En el caso de incumplirlo, la parte que tiene la custodia puede presentar una denuncia, lo que iniciaría un procedimiento penal por dicho impago.
Según explica el artículo 277 del Código Penal, que hace referencia al delito de abandono familiar, para considerarse como incumplido, se tiene que dejar de realizar el pago durante dos meses consecutivos o cuatro meses no consecutivos. De demostrarse y dictarse sentencia en contra del demandado, se puede enfrentar a una multa de entre seis a 24 meses y una pena de prisión de tres meses a un año, siempre dependiendo de lo que decida el juez en el caso concreto.
Además, en este supuesto también se tendría la obligación de realizar todos los pagos que no se han realizado con anterioridad. Si solo se está abonando una parte de la pensión, también puede haber condena, siempre que el impago sea relevante o que se aprecie una clara intención de no querer pagar la pensión en su totalidad.
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¿Cuándo se deja de pagar la pensión alimenticia?
Como se ha explicado este pago es obligatorio, pero no para siempre. Existen algunos supuestos que pueden eximir de este deber, siempre y cuando hayan sido revisados por un magistrado y se revoque la sentencia anterior.
El primero de ellos es el fallecimiento del alimentante, lo que dejaría sin beneficiario dicha pensión. También entra aquí el empeoramiento económico del obligado, pero siempre que se llegue a un grado de poner en riesgo su subsistencia y de la misma manera la mejoría económica o cambio de situación del beneficiario, como por ejemplo al encontrar un trabajo y ya ser independiente.
Por último, también valdrían las faltas u ofensas que motiven la desheredación. Algunas de estas son el haber maltratado de obra o injuriado gravemente de palabra; haber sido condenado por atentar contra la vida del testador o la negativa injustificada a prestar el auxilio necesario en caso de necesidad al testador.
Como se ve, existen poco supuestos en los que se justifique el impago de la pensión alimenticia, por lo que hay que tener cuidado con intentar buscar trucos o artimañas para no realizarlo. Una argucia bastante común es declararse insolvente, sin embargo es importante saber que de hacerlo, la obligación de pagar alimentos a los hijos no desaparece.