Óscar Puente se encontraba en confianza el pasado viernes. Participaba en la III Escuela de Gobierno del PSOE de Castilla y León, celebrada en Salamanca, y reflexionaba acerca de la comunicación política estos días. “En redes sociales -dijo- se juega duro y si no, pasas desapercibido y eres irrelevante”. Fue donde pronunció las palabras sobre Javier Milei que esas mismas redes, también los medios, se encargaron de trasladar al otro lado del Atlántico: “Yo le he visto no sé en qué estado y después de la ingesta de qué sustancias”, deslizó sobre el presidente de Argentina. Este martes, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y tras un duro comunicado de la Casa Rosada, la petición de dimisión del PP o de que Vox le llamara “energúmeno”, el ministro de Transportes se excusó.
En Moncloa, una periodista preguntó a Puente, directa, si se arrepentía. Y el interpelado respondió: “Dije lo que dije, en el contexto en el que lo dije, en el lugar en el que lo dije. Te aseguro que si llego a saber, si yo hubiera tenido la mínima noción, y ese es quizá mi gran error, de que iba a tener la difusión y la repercusión que ha tenido, no hubiera dicho lo que dije. A veces, uno cree que está hablando para una audiencia de 200 personas”. Para el ministro, como sostiene el Ministerio de Exteriores de España y en las últimas horas también el Gobierno de Argentina, “se ha acabado ya la historia”. “Seguro que la actualidad política tiene suficientes alicientes para que cambiemos todos de tercio y hablemos otras cosas”, deseó el socialista.
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Pero no terminó con eso su declaración al respecto. Se podría creer que en broma, pero Puente añadió: “Por cierto, hice un discurso de media hora y se ha cortado justo cuando empezaba a elogiar a Milei desde el punto de vista de la comunicación política. No sé, seguramente le hubiera gustado escucharlo”. En efecto, las imágenes que han trascendido del viernes terminan de la forma ya sabida, pero también en efecto, inmediatamente después, el ministro alaba no solo a Milei sino a todos los políticos, sea cual sea su espectro, que a su juicio son “auténticos” en su manera de dirigirse a la opinión pública. Es lo que, opina, explica que “hay gente muy mala que siendo ella misma ha llegado a lo más alto”. Señaló también a Donald Trump.
“Pensé que cavaba su fosa”
Puente recordó esa entrevista de un Milei “no sé en qué estado y después de la ingesta de qué sustancias” para admitir que su primera impresión fue pensar que si el entonces candidato “tenía asesores, no los escuchaba mucho” y que ahí estaba su talón de Aquiles, el expresarse y mostrarse de esa forma en sus apariciones públicas. Pero, al contrario, el ministro terminó viendo en esto un activo del líder de La Libertad Avanza. Y entonces llegó el “elogio”: “Pensé que cavaba su fosa, que era imposible que ganara las elecciones. Pues no. Y esto nos debe llevar a una conclusión, y no vale solo para la derecha; la izquierda es más tímida, no juega en ese territorio de la autenticidad. Creo que la autenticidad es un valor que la ciudadanía aprecia en muchas ocasiones más que ningún otro. Hay gente que dice ‘no estoy de acuerdo con ese señor, pero aplaudo que está diciendo aquello en lo que cree, aquello que piensa’”.
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Considera Puente que él también ha sido él mismo hasta la fecha. Recordó lo que se “mojó” en su día por Pedro Sánchez en su peor momento, cuando éste fue apartado como secretario general y emprendió la reconquista del cargo contra el aparato del PSOE y contra todo pronóstico. “Había mucha gente -desarrolló- que no estaba de acuerdo con Pedro Sánchez y por deducción tendrían que haber llegado que tampoco conmigo, pero había quien me decía ‘yo no estoy con él, pero estoy con la gente comprometida, que apuesta, arriesga, se expone, que no reserva. Creo que eso es un valor y oye, si lo tienes, lo lógico es que lo intentes exhibir”.
El consejo de Puente a los asistentes, algunos de ellos futuros políticos, fue uno y muy concreto: “Sed vosotros mismos”. Y se puso como ejemplo: “A estas alturas de la vida -terminó- no voy a cambiar. La vida me ha enseñado que siendo como soy, estoy donde estoy. Tan mal no me ha ido”.