Daniel Sancho se encuentra actualmente esperando a que el tribunal de la Corte de Koh Sumai dicte sentencia por el asesinato del médico Edwin Arrieta. El juicio terminó el pasado jueves, un día antes de lo previsto, con el alegato final del acusado, en el que ha sostenido la tesis de que todo fue un accidente. La espera llegará a su fin el próximo 29 de agosto, pero antes de eso Sancho deberá enfrentarse a otro litigio.
Esta vez se trata de un caso en España en el que se le acusa de un supuesto delito de lesiones por haber propinado un puñetazo a un hombre en 2019 en Madrid. Al estar ahora mismo en prisión preventiva, tendrá que declarar por videoconferencia el próximo 5 de junio, según apunta la Agencia EFE.
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El juzgado español que lleva el caso había programado una fecha diferente para este juicio, pero tuvo que ser suspendida hace tan solo unos meses, ya que recibieron una comunicación de la Fiscalía de Tailandia, en la que les informaban que era imposible que declarara en ese momento, por lo que tuvo que retrasarse hasta junio.
Por este delito, la Fiscalía pide un año de cárcel y una indemnización de 2.100 euros para la víctima, basándose en su acusación, en la que sostienen que el investigado entró en un taxi en una calle de Madrid sin respetar la cola, y ante los reproches de un hombre, le propinó un puñetazo que le provocó la rotura de un diente y una brecha.
Meses antes de que comenzase el juicio contra él en Koh Samui (Tailandia) por el asesinato de Edwin Arrieta, la defensa de Sancho llegó a pedir su extradición para ser juzgado en España por esta causa abierta por las lesiones, lo que fue desestimado.
La pena a la que se puede enfrentar Sancho en Tailandia
El artículo 288 del Código Penal tailandés recoge que una persona declarada culpable de asesinato se enfrentará a una condena de prisión de entre 15 y 20 años o incluso podría llegar a cadena perpetua. Sin embargo, en el caso de que se considere un asesinato agravado se condenaría a pena de muerte, según vienen recogido en el artículo 289. Los supuestos para que se considere este agravio son el asesinato de un agente de la autoridad en ejercicio de sus funciones, el asesinato con tortura o actos de crueldad, y el asesinato con premeditación, siendo este último el que podría afectar a Sancho.
Si el litigio llegará a acabar en pena de muerte, el español todavía tendría una salida posible. Esta sería pedir la conmutación de dicha condena por una de cadena perpetua, pero tendría que ser pedida al rey del país, Maha Vajiralongkorn, único actor capaz de concederlas.
En el caso de ser denegado es importante destacar que aunque en Tailandia sigue habiendo un gran número de condenados a pena de muerte, 195 en 2022 según datos de Amnistía Internacional, la última persona ejecutada data de 2018. Se realizó en junio de ese año a un condenado por asesinato con una inyección letal. La anterior ejecución había sido 2009.
Además, existe entre los Gobiernos de España y Tailandia un acuerdo sobre cooperación en materia de ejecución de sentencias penales, firmado en Bangkok el 7 de diciembre de 1983, del que Sancho podría beneficiarse según la condena a la que se enfrente.
El traslado a España solo podrá realizarse con ciudadanos del Estado receptor y que estén cumpliendo una condena firme, sin ningún otro proceso judicial pendiente en Tailandia y que dicha condena constituya un delito que podría ser considerado como tal en ambos países. También el beneficiado debe haber cumplido la duración mínima prevista por la ley de este estado.
(Con información de EFE)