La 68ª edición de Eurovisión ya está en marcha. Tras celebrar el pasado domingo 5 de mayo una alfombra turquesa más deslucida de lo que venía siendo habitual, el festival arrancaba oficialmente antes de celebrar su primera gran cita, la semifinal de este martes 7 de mayo.
Chipre, Serbia, Lituania, Irlanda, Ucrania, Polonia, Croacia, Islandia, Eslovenia, Finlandia, Moldavia, Azerbaiyán, Australia, Portugal y Luxemburgo lucharán por hacerse con una de las 10 primeras plazas disponibles para la gran final del sábado 11 de mayo. Los clasificados se sumarán a la anfitriona, Suecia, y a los países miembros del Big Five: Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido.
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Aunque los eurofans llevan días haciendo sus cábalas, lo cierto es que la historia eurovisiva ha demostrado que ningún puesto en la final está asegurado, y menos en una edición en la que no hay un claro favorito para alzarse con el micrófono de cristal, por lo que la emoción está asegurada. Pese a ello, este año el festival no ha logrado la expectación de otras ediciones, a juzgar por lo que refleja la venta de entradas.
Polémica edición
Por primera vez, Eurovisión llega a su semana grande con entradas disponibles para todos sus shows, tanto los ensayos como las tres galas en directo. Esta insólita situación en el certamen parece estar influida por el notable aumento de los precios de los tickets, aunque sin duda también tiene que ver con la gran polémica que rodea a esta edición debido a la guerra en Oriente Próximo.
Con esta primera gala, se inicia una competición que ha estado marcada desde sus meses previos por el conflicto entre Israel y Palestina. De hecho, la participación de Israel en el certamen ha estado en el aire por el desafío de la televisión pública hebrea a las normas del concurso, aunque finalmente la Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha permitido que la KAN esté presente en el festival con la artista Eden Golan y la canción Hurricane.
La decisión de mantener la presencia israelí no ha estado exenta de críticas. Sin embargo, la organización defiende que Eurovisión es “un evento musical no político y una competencia entre televisiones públicas integrantes de la UER. No es una competencia entre gobiernos”, tal y como afirmó el director de la organización, Noel Curran, director ejecutivo de la institución, en un comunicado.
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Así, el Festival ha cerrado filas con la televisión pública israelí y, más allá del conflicto puntual por los tintes políticos de la primera canción presentada por la delegación hebrea, la UER insiste en su postura de que la KAN “cumple con todas las reglas de la competencia de este año y podrá participar, como lo ha hecho los últimos 50 años”.
Pese a los intentos de la organización por mantener el certamen al margen de la política, lo cierto es que, como ocurriera con la invasión rusa de Ucrania, el conflicto palestino-israelí está muy presente en el concurso este año. Así lo demuestran las fuertes medidas de seguridad que ha tomado la ciudad de Malmö para acoger este certamen ante las protestas en las calles de la localidad sueca por la presencia de Israel.
Poderío sueco
Pese a la controversia que empaña Eurovisión 2024, esta edición supone una oportunidad para que la cadena pública sueca SVT vuelva a demostrar su poderío técnico. Y es que el país nórdico puede presumir de contar con una de las preselecciones más prestigiosas del concurso, el Melodifestivalen, además de haber acogido en siete ocasiones la celebración del festival.
Tener a Suecia como anfitrión es una garantía de escenario espectacular y cuidado al detalle de todos los aspectos televisivos. Además, para el país se trata de una edición muy especial, pues coincide con el 50 aniversario de su primera victoria en Eurovisión, que corrió a cargo del grupo ABBA con Waterloo.
De esta manera, Suecia puede reafirmarse como potencia eurovisiva tras alcanzar en 2023 su séptima victoria en la historia del certamen europeo, igualando a Irlanda en el primer puesto del top de países que más veces han ganado. Lo hizo, además, conquistando otro récord, pues su representante, Loreen, se convirtió en la primera mujer en ganar dos veces Eurovisión.
Lo que suceda a partir del ya mítico “Good evening, Europe” es un auténtico misterio, pues Eurovisión 2024 puede presumir de ser una de las ediciones más abiertas que se recuerdan en la historia reciente del concurso musical. Sin un gran favorito para alzarse con el micrófono de cristal, el festival da el pistoletazo de salida sobre el escenario del Malmö Arena con Croacia, Suiza e Italia copando el top 3 de las casas de apuestas.