El expresident de la Generalitat de Cataluña y candidato de Junts a las elecciones del próximo 12 de mayo, Carles Puigdemont, celebró el sábado en un acto en Argelès (Francia) que el pueblo catalán “vuelve a estar movilizado” y defendió la idea de que esto hará “ganar las elecciones” a su partido y avanzar hacia el soñado referéndum de autodeterminación.
Puigdemont siempre ha defendido la independencia, no como un “capricho”, sino como la única opción de Cataluña, según él, para “garantizar un futuro”. “Podremos garantizar que todos los catalanes, voten a quien voten y vengan de donde vengan, sean tratados como ciudadanos de primera”, prometió.
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¿Por qué el líder de Junts, que solicitó al Gobierno la delegación de las competencias sobre inmigración en la Generalitat y que siempre ha presumido de ser un catalán “de pura cepa” por tener seis apellidos catalanes, dice que los ciudadanos catalanes serán bienvenidos “vengan de donde vengan”? ¿Cuáles son los orígenes del expresident?
¿Tachado de “charnego”?
Puigdemont, Casajamó, Padrosa, Oliveras, Galcera y Ballart son los seis apellidos que aparecen detrás del nombre de Carles. Sólo faltarían dos para cumplir aquello de los 8 apellidos catalanes. Sin embargo, el líder del independentismo podría ser tachado de “charnego”, tal y como lo cuenta un reportaje de El Español. Con esta palabra, los nacionalistas de esta comunidad autónoma marcaban de forma despreciativa a los que no eran de pura cepa. Un mote con el que los catalanoparlantes denominaban a los obreros, emigrantes de clase baja y menor poder adquisitivo que aterrizaban en la región, procedentes en su mayoría de Andalucía, Extremadura y Murcia. Con este término seguramente también se refirieron en alguna ocasión a la abuela de Puigdemont.
Esos dos apellidos que le faltan para completar los ocho son de origen almeriense, concretamente de Dalías y de Cuevas del Almanzora. Su abuela materna, Manuela Ruiz de Toledo, nació en 1905 en La Carolina (Jaén), aunque su familia era de Almería.
El caso de los bisabuelos del cabeza de lista de Junts se enmarca dentro del movimiento migratorio de principios de los años 60, cuando más de 840.000 andaluces se fueron a tierras catalanas en busca de prosperidad. Fueron tantas las personas que abandonaron el sur, que Cataluña llegó a considerarse en aquella época como la novena provincia andaluza.
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Una familia que se subió a ‘El Catalán’
José Ruiz Valdivia, el padre de Manuela -por tanto, bisabuelo de Puigdemont-, era minero y tuvo dos hijas junto a su mujer. A principios del siglo XX, las minas de La Carolina comenzaron a presentar síntomas de agotamiento, y las de su vecina Linares tampoco estaban en mejores condiciones. Por ello, el matrimonio, junto a otras tantas familias andaluzas, se subió en el popular tren conocido como El Catalán, un transporte que se dedicaba casi exclusivamente a llevar emigrantes andaluces a Cataluña.
Una Andalucía sumida en la posguerra, la pobreza y el hambre, que motivaron una llegada de emigrantes constante a tierras catalanas. Ni siquiera la política sistemática de expulsión de emigrantes llevada a cabo por las autoridades franquistas en los años 50 consiguió detener ese flujo.
Años más tarde, Manuela Ruiz Toledo se casó con Carles Casamajó Ballart, su referente, según contaba el propio Puigdemont en su blog personal. Fue un exiliado político por la Guerra Civil que huyó a Francia en el invierno de 1939 y que pasó por varios campos de refugiados. El político le debe su nombre a su abuelo: se lo pusieron para rendirle homenaje y “para que no se olvidara nunca que sufrió lo inimaginable”.