Rosalía está de vuelta. La cantante catalana se está dando un glamuroso baño de masas en Nueva York, la ciudad que, en unas horas, mutará en escenario de una nueva edición de la codiciada MET Gala: el evento del año para los ciudadanos guapos, ricos y famosos. Este lunes, el Metropolitan Museum de la Gran Manzana albergará la temática Sleeping Beauties: Reawakening Fashion, una suerte de homenaje a la naturaleza. El código de vestimenta para la ostentosa y codiciada ocasión será The Garden of Time (el jardín del tiempo), una oda a tres elementos: tierra, mar y cielo.
Las celebridades pasearán sus mejores galas y tirarán de algunos de los looks de archivo más deseados en la cronología de la moda. Si esta edición que tendrá lugar este lunes (madrugada del martes en horario peninsular) está basada en el jardín, las flores, el tiempo y la naturaleza, no será de extrañar que veamos (quizá) algún diseño de Alexander McQueen.
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Todo el mundo estará en Nueva York y, tras su ausencia en la edición del año pasado, la cantante catalana estará de vuelta en la alfombra roja más notoria del universo celebrity. Durante los últimos días, Rosalía se ha dejado ver por las calles de la cosmopolita ciudad con diversos estilismos de infarto. Se convirtió en una bola de pelo con un espectacular look de Céline, también acudió a la presentación de Tiffany Titan de su amigo y músico Pharrell, se dejó ver en la fiesta de lanzamiento de Orebella, la nueva marca de perfumes de Bella Hadid y acudió (aunque no de invitada) a The Tonight Show, el late night de Jimmy Fallon, para una aparición muy especial.
Todavía no sabemos qué diseñador vestirá a Rosalía en la Met Gala de este año. Tampoco hay detalles de cómo será su look, pero seguro que consigue sorprender. Hasta entonces, y para amenizar la espera, en Infobae España repasamos los estilismos que la catalana llevó en las dos ocasiones previas que ha asistido al museo neoyorquino para fusionar su pasión por la moda con la música. No es de extrañar, pues, que la revista Rolling Stone la nombrase hace unos meses la cantante mejor vestida en la actualidad.
¿Dónde vas con mantón de manila?
La primera vez que Rosalía se paseó por las escaleras del Metropolitan Museum of Art de Nueva York fue en 2021 para la edición In America; A Lexicon of Fashion, año en el que la catalana ya se había consolidado más allá del Atlántico tras el éxito de El Mal Querer y de colaboraciones con líderes urbanos como J. Balvin y Ozuna. Su debut en la Met Gala se produjo con un claro guiño al género que había conformado su estatus como estrella musical y mundial: el flamenco.
El diseñador Rick Owens, uno de los predilectos de la catalana, diseñó para la ocasión una suerte de traje que se fusionaba con un mantón de manila repleto de flecos de cuero en un color rojo carmín. Un look que acompañó con unas botas hasta la rodilla con plataformas, marca registrada del creador (y que Rosalía ha llevado en más de un color y de ocasión) y unos guantes. La cantante ya empezó a dar pistas de cómo sería su próximo proyecto en el museo de la Gran Manzana: un diseño que habla de su pasado y que anticipaba el futuro en clave Motomami.
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‘Motomami’ de noche, reina de día
Un año después, ya consagrada en todo el mundo por el poder del rugido de las motos y el lanzamiento de Motomami, su tercer álbum de estudio, Rosalía regresó a la Met Gala, esta vez con experiencia previa (y con muchos más periodistas esperando su llegada a las escaleras de la pinacoteca neoyorquina). Para la edición de 2022, In America: An Anthology of Fashion, un espejo de la Edad Dorada (el gilded glamour estadounidense), la catalana escogió un espectacular diseño de Givenchy que acompañó con unas gafas negras, el accesorio que elevó su look y que la convirtió en una de las celebridades mejor vestidas de la noche.
La delicadeza del diseño de Matthew M. Williams para la casa de alta costura francesa (pomposo y con una columna vertebral en la parte trasera que hacía que el vestido mezclara lo mejor de la fastuosidad de época y la tendencia urbana) fue uno de los looks más comentados de la noche. Rosalía volvió a demostrar que la invitación estaba más que amortizada.
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