Las mentiras de la serie ‘El caso Asunta’ con respecto a la verdad judicial

La ficción de Netflix da por buenas hipótesis que corresponden a suposiciones directamente relacionadas con el blanqueamiento de la figura de Rosario Porto, corresponsable del homicidio de su hija

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Candela Peña y Rosario Porto
Candela Peña y Rosario Porto

Desde que se dio a conocer que se iba a hacer una ficción sobre el conocido Caso Asunta, se generó una duda popular, perfectamente comprensible. ¿Cómo se iba a acometer? ¿De acuerdo a qué hipótesis? ¿Por qué? ¿Qué reflexiones se iban a derivar al respecto?

El productor Ramón Campos ya había abordado el crimen en un documental previo dirigido por León Siminiani, al igual que ocurrió con el caso Àlcasser. Si en este último se centraban en las repercusiones mediáticas y el circo social que se montó a su alrededor, también se apuntaban algunas cuestiones que nunca habían estado probadas y que se daban por válidas.

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Lo mismo ocurre en esta miniserie para Netflix en la que Candela Peña se pone en la piel de Rosario Porto y Tristán Ulloa en la de Alfonso Basterra, ambas figuras condenadas por el homicidio de su hija Asunta cuando tenía 12 años. ¿Motivos? Aún no se saben.

Primera arista del caso: fotografías comprometidas

El caso Asunta (Netflix)
El caso Asunta (Netflix)

Una de las aristas del caso, en la que se detiene de forma reiterada la serie, es en la posesión por parte de Alfonso Basterra de fotografías supuestamente comprometidas de Asunta, como si se tratara de material pornográfico.

Cierto es que los medios de comunicación, en la vorágine del asunto durante las semanas posteriores a la muerte de la niña, dieron voz a este elemento de la investigación. Pero dichas fotografías ni fueron extraídas únicamente del móvil de Basterra, ni tuvieron el peso en la resolución del caso que sí le otorga la serie de Netflix.

La Guardia Civil obtuvo esas imágenes del volcado del teléfono de Alfonso, pero también del de Rosario Porto. En el portátil del progenitor, que los investigadores no encontraron en el primer registro de su domicilio, aparecieron archivos gráficos de jóvenes asiáticas que no fueron tomados en cuenta por el jurado popular en su veredicto.

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Tampoco las de la propia Asunta. El fiscal mostró en el juicio la fotografía de la pequeña posando en un sillón con una vestimenta de bailarina de cabaret. Se demostró que la imagen había sido tomada tras una actuación escolar y los miembros del jurado la desecharon como prueba.

Este es uno de los recursos que se utilizan para justificar y blanquear de forma indiscriminada la imagen de Rosario Porto, que en la serie aparece como una víctima de las circunstancias.

Segunda arista: reconstrucción de hechos que son suposiciones

Candela Peña en 'El caso
Candela Peña en 'El caso asunta'. ¿Reconstrucción minuciosa? (Crédito: Netflix)

Además, en uno de los episodios más controvertidos, se da por buena una reconstrucción de los hechos que no se ajusta a la realidad y que tiene que ver con un supuesto intento de suicidio de Rosario Porto el mismo día que mató a su hija Asunta. Una forma de dar validez a suposiciones para justificar a un personaje más allá de lo que pudiera ocurrir en realidad.

La serie relata que, tras la comida en la que la pequeña fue drogada con el fármaco Lorazepam, Rosario discutió con Alfonso y estuvo a punto de tomarse un cóctel mortal de benzodiacepinas que finalmente dio a su hija (que, se sabe, llevaban administrando durante un largo periodo).

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Netflix estrena la miniserie 'El caso Asunta'.

Según la sentencia del caso, Asunta fue intoxicada con la misma medicación con la que su madre se trataba su trastorno depresivo, pero en ningún punto concluye que Rosario se intentase quitar la vida horas antes de la muerte de la pequeña.

Una vez en prisión, sí lo intentó en un par de ocasiones, hasta que el 19 de noviembre de 2020 se ahorcó en la cárcel de Brieva (Ávila) donde cumplía condena.

En la serie que analizamos, además, poco se tiene en cuenta a la propia Asunta Basterra, como si se tratara de un ente abstracto. Aquí el verdadero foco de atención es el morbo que se genera a su alrededor, como si, de alguna manera, hubiéramos perdido cualquier atisbo de humanidad a la hora de acercarnos a un asesinato terrible.

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