Continúa la crisis en Holaluz: denunciada por Iberdrola ante la CNMC

Tras haber quintuplicado sus pérdidas en 2023, la comercializadora catalana de energía Holaluz se enfrenta a un nuevo revés. En plena crisis interna y financiera, Iberdrola mediante su filial i-DE (filial de distribución y gestión de redes) ha llevado a Holaluz ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por impago de los peajes de electricidad, según ha informado el diario El Mundo.

Los peajes son uno de los costes regulados que se incluyen en el recibo del consumidor y que alimentan el sistema eléctrico, al igual que los impuestos. Estos peajes son fijados por la CNMC, y reflejan el coste de llevar la energía a los hogares españoles. Por tanto, la comercializadora (Holaluz) recoge los peajes en la factura de la luz, y posteriormente se los paga al distribuidor (i-DE, filial de Iberdrola).

El impago de estos peajes está considerado como una infracción grave por la Ley 24/2013 del sector eléctrico. Por tanto, Holaluz estaría cometiendo un delito para aliviar la falta de liquidez a la que se enfrenta desde hace unos meses. En el caso de que no se resuelva el impago, el siguiente paso sería la acción del Ministerio para la Transición Ecológica, que podría proceder a la inhabilitación de Holaluz. Este nuevo golpe a la firma catalana tan solo empeora su posición y su situación actual.

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Esta semana, los fondos Axon y Geroa, que poseen el 23,5% del capital de Holaluz, votaron en contra de los estados financieros más recientes de la empresa, que revelaron pérdidas de 26,6 millones de euros, en contraste con los algo más de 5 millones de euros de pérdidas en 2022. La cotización de Holaluz en el BME Growth, mercado dirigido a las pymes, ha sido suspendida desde el jueves debido a la incapacidad de la compañía eléctrica de entregar a tiempo su informe de auditoría del año anterior. Los accionistas justificaron su decisión debido a la falta de información completa sobre las cuentas por aprobar y el desacuerdo sobre la política de capitalización de los costes de nuevos proyectos, considerada poco razonable en algunos casos.

Finalmente, Holaluz presentó el esperado informe de auditoría de EY anoche, que no trajo buenas noticias. La auditoría reveló un fondo de maniobra negativo de 44,3 millones de euros, lo que indica problemas para la empresa en cumplir con sus obligaciones a corto plazo. La estrategia de Holaluz depende esencialmente de una financiación de 20 millones de euros aún no asegurada. De no concretarse, la compañía considera solicitar un pre-concurso de acreedores, una situación que el auditor identifica como una “incertidumbre material” que plantea “dudas significativas” sobre la viabilidad futura de Holaluz.

El modelo de negocio de las comercializadoras independientes, como Holaluz, que no producen su propia energía, sino que venden electricidad, es intrínsecamente frágil, sobre todo en momentos de altas fluctuaciones de precios. Estas comercializadoras están sufriendo actualmente, perdiendo su ventaja competitiva debido a la caída de precios, tras haber sobrevivido a la subida de precios que recortó sus márgenes casi a la mitad. Además, Holaluz enfrenta desafíos en otras áreas de su negocio, como la instalación de placas solares, y no ha logrado cumplir con las expectativas en su alianza con Tesla para la venta de baterías.

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Desde Holaluz aseguran estar “al corriente de pago de todas sus obligaciones con las empresas distribuidoras de electricidad y opera con normalidad absoluta”, en un documento remitido al BME Growth en el que “desmienten rotundamente los hechos presentados”.

***Con información de El Mundo***