Mery Bas, cantante del grupo Nebulossa, ha recibido un duro golpe apenas unas horas antes de subirse por primera vez al escenario de Eurovisión 2024 para su primer ensayo, que tuvo lugar en la tarde de este jueves 2 de mayo. Mientras se preparaba para su toma de contacto con el Malmö Arena, la intérprete de ZORRA recibió la noticia de la muerte de su tía.
El caprichoso azar ha hecho que esta pérdida empañe la experiencia de la artista en el certamen europeo, que celebrará su gran final el próximo sábado 11 de mayo en la ciudad sueca de Malmö, donde ya se encuentra toda la delegación española para ultimar los detalles de la candidatura.
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Tras conocer el triste fallecimiento de su familiar, con quien Mery guardaba una estrecha relación, la cantante le ha dedicado un sentido mensaje en su cuenta de Instagram. Junto a una foto de su primer ensayo, Bas ha escrito lo siguiente: “Cada recuerdo compartido, cada risa y cada aventura vivida contigo se ha convertido en un tesoro invaluable que guardaré por siempre jamás en mi alma”.
Pese al innegable varapalo que ha supuesto esta pérdida estando a miles de kilómetros de casa, Nebulossa ha continuado con su agenda prevista en la semana previa a Eurovisión 2024, realizando los tres pases de su primer ensayo para probar la realización, puesta en escena, iluminación y sonido de la propuesta que defenderán en la gran final.
Sin duda, la actuación de España en el festival será el mejor homenaje de la artista hacia su difunta tía. Además, estará rodeada de las personas con las que ha vivido este emotivo e intenso camino eurovisivo desde su victoria en el Benidorm Fest: su marido, Mark Dasousa, y sus compañeros, la batería Ana Villa y los bailarines César Louzán y Iosu Martínez.
Así es la actuación de Nebulossa
La palabra ZORRA que da título a la canción de España tiene un gran protagonismo en la puesta en escena de Nebulossa en Malmö, tal y como ha descrito RTVE tras el primer ensayo. Con una escenografía inspirada en los años 30 y el estilo Art Déco, la candidatura aprovecha al máximo los elementos técnicos del espectacular escenario sueco. De hecho, la actuación comienza con Mery Bas y los dos bailarines, Cesar Louzán y Iosu Martínez, dentro de una de las estructuras móviles con forma de cubo que cuelgan del techo.
La ‘jaula’ proyecta en su pantalla delantera una cerradura roja, símbolo de identidad de la propuesta española, con la sombra de la vocalista, que espera dentro de este particular cabaret clandestino para hacer un llamamiento a la libertad a todas aquellas personas que alguna vez se han sentido marginadas o juzgadas.
Cuando asciende la estructura, Mery Bas y sus bailarines aparecen sobre una versión renovada del característico sofá circular de terciopelo rojo que se vio en Benidorm, mientras que las lámparas físicas del salón han sido sustituidas por proyecciones en cuatro de los cubos del techo.
La coreografía creada por Vero Mejía e interpretada por César y Iosu envuelve y acompaña a la protagonista de la canción durante los tres minutos de actuación. A cada lado del escenario, por su parte, se encuentran Mark Dasousa con su keyguitar y Ana Villa con su batería electrónica y sus llamativas baquetas luminosas.
Otra de las señas de identidad que se mantienen son los fondos con patrones de Damasco negros, rojos y dorados, emulando las paredes del club de cabaret en el que Nebulossa convierte el Malmö Arena. En varios momentos, la palabra ZORRA aparece en la pantalla principal, así como en los cubos superiores.
En la parte final de la actuación, la cerradura vuelve a verse al fondo del escenario, aunque en este caso está abierta y da paso a una gran ciudad iluminada que sirve como telón de fondo al clímax de la actuación de España.