La Guardia Civil, en colaboración con instancias internacionales como la DEA y Europol, ha desarticulado una de las organizaciones criminales de mayor tamaño y relevancia del narcotráfico entre Sudamérica y Europa, principalmente de cocaína. La denominada operación Halia se ha saldado con el arresto de 20 personas, la incautación de más de tres millones de euros en efectivo, drogas de diversas clases con un valor estimado en millones de euros y el embargo preventivo de bienes valorados en más de diez millones de euros.
Los investigaciones iniciaron a comienzos del año pasado y han centrado su atención en la comarca del Salnés, provincia de Pontevedra, tras detectar actividades sospechosas ligadas a este grupo. El modus operandi de la organización incluía el flete de embarcaciones deportivas, como veleros y catamaranes, desde Galicia hacia Sudamérica, con el propósito de transportar cocaína hacia Europa.
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Las embarcaciones eran dirigidas por jóvenes con conocimientos marítimos, cuidadosamente seleccionados por no tener antecedentes vinculados al narcotráfico, lo que agregaba una capa de complejidad a la investigación. En total han sido incautados 50 kilogramos de cocaína, 1 kilogramo de heroína, 1700 kilogramos de hachís, 1 kilogramo de Tussi, 10 kilogramos de marihuana, 750 gramos de MDMA, 10.000 pastillas de éxtasis, 700 gramos de anfetamina y 21 bidones con una cantidad indeterminada de productos químicos para “corte” de sustancias.
Uno de los primeros intentos de transporte de estupefacientes hacia España se vio frustrado gracias a una intervención y posterior inspección de un velero en aguas caribeñas por parte de autoridades francesas. Este acontecimiento forzó a la organización criminal a abortar sus planes iniciales, aunque no cesaron sus esfuerzos y lograron introducir con éxito cargamentos de droga en distintas ocasiones, distribuyéndolos luego a través del noroeste peninsular utilizando vehículos con sofisticados sistemas de ocultamiento.
Gran estructura económica
Los procedimientos de investigación revelaron el empleo por parte del grupo de avanzados métodos de comunicación encriptada, elevando la dificultad para su seguimiento por parte de las fuerzas de seguridad. La ganancia ilícita derivada de la actividad criminal de este tipo de organizaciones es al mismo tiempo fuente de financiación, pretensión de lucro y estatus para sus integrantes, por lo que uno de los principales objetivos de los investigadores es la erradicación del aparato económico de estas organizaciones criminales.
En este sentido, la operación ha dejado en evidencia la estructura económica subyacente al narcotráfico: se descubrió un patrimonio ilícito de más de diez millones de euros, compuesto por lujosas propiedades, vehículos de alta gama, embarcaciones y otros activos utilizados para el blanqueo de capitales, incluyendo estancos y viveros de moluscos.
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Además, la operación llevó a la localización de un laboratorio dedicado a la producción y adulteración de cocaína en la Comunidad de Madrid, con una estimación de producción de alrededor de 100 kilogramos mensuales de esta droga. Esta operación, dirigida por el Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Especial Antidroga, destaca no solo por la magnitud del golpe al narcotráfico sino también por la colaboración internacional y el uso de tecnología avanzada en la lucha contra este tipo de delincuencia organizada.