El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones realizó una subida del 3,8% para el importe de las pensiones contributivas, ordinarias y extraordinarias de cara a 2024. El incremento, derivado de la variación interanual del IPC del año 2023, tiene como objetivo adaptar el importe de las pensiones a la subida generalizada de los precios de la vivienda y de los bienes y productos de consumo.
Esta subida, recogida en el Real Decreto-ley 8/2023 del 27 de diciembre, trata de afrontar a su vez las consecuencias económicas y sociales derivada de los conflictos armados en Ucrania y Oriente Próximo, así como paliar los efectos de la sequía en el territorio nacional. Estas pensiones, integradas en el sistema de la Seguridad Social en España, se clasifican en contributivas y no contributivas, cada una destinada a cubrir las necesidades de diferentes segmentos de la población en función de su historial laboral y situación económica.
Las pensiones contributivas se otorgan a aquellos trabajadores que han realizado aportaciones al sistema de la Seguridad Social mediante cotizaciones. Para ser beneficiario de una pensión de jubilación contributiva, es necesario haber cotizado un mínimo de 15 años, de los cuales al menos dos deben estar comprendidos en los 15 años inmediatamente anteriores a la solicitud de jubilación. La cuantía de estas pensiones se calcula en base al tiempo cotizado y a la cantidad aportada al sistema, por lo que el monto puede variar significativamente entre los distintos pensionistas.
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Por otro lado, las pensiones no contributivas están dirigidas a personas que se encuentran en situación de necesidad y que no cuentan con los requisitos de cotización necesarios para acceder a una pensión contributiva. Este tipo de pensiones tiene un enfoque asistencial y busca garantizar un mínimo de bienestar económico a quienes no disponen de recursos suficientes. Los requisitos para acceder a ellas incluyen no superar ciertos umbrales de ingresos establecidos por la ley. La cuantía de las pensiones no contributivas es, generalmente, más baja que la de las pensiones contributivas y se establece en función de criterios de necesidad más que de la cantidad cotizada al sistema.
Importe máximo de las pensiones
En 2024, el importe máximo de cualquier pensión pública (ya sea contributiva o no contributiva) asciende hasta los 3.175,04 euros mensuales. En el cómputo anual, la cantidad no podrá superar los 44.450,56 euros. Para poder recibir la máxima pensión, la base de cotización de los 25 últimos años cotizados tendrá que encontrarse entre las más altas.
Este tope máximo se refiere a las pensiones contributivas, aquellas derivadas de la cotización de los trabajadores. En el caso de las no contributivas, no podrán superar los 7,250,60 euros (517,90 euros mensuales). Para cobrar esta pensión máxima no contributiva, el solicitante deberá acreditarla carencia de recursos, además de cumplir las condiciones de edad y residencia.
Por último, el complemento para la reducción de la brecha de género de las pensiones contributivas de la Seguridad Social se establecía para este 2024 en 33,20 euros mensuales de acuerdo con lo regulado en la disposición transitoria primera del Real Decreto-ley 2/2023, de 16 de marzo, que establece que debe añadirse un 5% al porcentaje general de revalorización de las pensiones.