La OCDE mejora su previsión para España del déficit de 2025 y lo sitúa en el 2,6%, pero pide un ajuste fiscal

El organismo considera que la deuda pública no descenderá lo suficiente para cumplir con las reglas fiscales solo con el crecimiento económico, aunque prevé que este sea “robusto” tanto en 2024 (1,8%) como en el próximo año (2%)

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La bandera de España en
La bandera de España en la fachada del Senado. (Alejandro Martínez Vélez - Europa Press).

La OCDE ha publicado este jueves sus previsiones económicas semestrales, las primeras del año, y anticipan una mejor evolución del PIB en 2024 y del déficit en 2025, aunque empeoran el escenario de este último para el año en curso. En concreto, la OCDE eleva en cuatro décimas la estimación del crecimiento del PIB en 2024, hasta el 1,8%, y mantiene el 2% para 2025. Respecto al déficit, prevé una décima más este año, por lo que España rebasaría el límite de las reglas fiscales y se situaría en el 3,3%, pero también rebaja en cinco décimas la estimación para 2025, pasando del déficit del 3,1% calculado en noviembre al 2,6% actual.

Esta cifra es la más optimista de todos los organismos que han hecho previsiones hasta el momento y supera en una décima a la trasladada la noche del martes por el Gobierno a Bruselas, el 2,5%. El descenso entre 2024 y 2025 se produce, aparte de por el crecimiento económico y la creación de empleo, por la retirada de las medidas de apoyo a los consumidores y a las empresas.

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De hecho, el Ejecutivo asegura que el déficit ya habría caído por debajo del 2,5% en 2023 si no se hubiera producido el gasto de las medidas anticrisis. Todos los centros de estudios y organizaciones estiman por el momento que el déficit superará el límite del 3% en 2024, excepto el Gobierno y la AIReF, que anticipan precisamente esa cifra. La barrera es relevante porque ya ha finalizado la suspensión de las reglas fiscales, por lo que España se podría exponer a alguna penalización si la rebasa. De cara a 2025 hay más optimismo general, la AIReF anticipa un déficit del 2,9%, al igual que BBVA y CaixaBank Research, aunque otras instituciones calculan cifras peores, destacando especialmente las del Banco de España con un 3,4% en 2024 y un 3,5% en 2025.

Más allá de las discrepancias en el déficit, todos los organismos (FMI, OCDE, Banco de España y AIReF) coinciden en que España tendrá que llevar a cabo un ajuste fiscal, algo sobre lo que el Gobierno aún no se ha manifestado. La AIReF lo cifra en 0,63 puntos porcentuales del PIB si se lleva a cabo en cuatro años (unos 9.000 millones anuales) y en 0,43 si se efectúa en siete años.

El momento clave será lo que el Ejecutivo detalle en el Plan Estructural que tendrá que enviar a Bruselas antes del 20 de septiembre. En las previsiones publicadas este jueves, la OCDE avisa de que “es necesario reforzar la consolidación fiscal prevista en 2024 y 2025 para mantener la deuda en una senda descendente y crear espacio para el gasto relacionado con el envejecimiento de la población y el fomento del crecimiento”.

El organismo prevé unas ratios de deuda sobre el PIB del 107,1% en 2024 y del 106,7% en 2025, frente al 105,5% y al 104,1%, respectivamente, que calcula el Ejecutivo. Como ya ha hecho en anteriores ocasiones, la OCDE incide en que el gasto se inclina “en gran medida hacia las pensiones en detrimento de las partidas que favorecen el crecimiento”. También reitera que la consolidación fiscal debe basarse en tres medidas principales: movilización de ingresos “adicionales” ampliando gradualmente la base del IVA y aumentando los impuestos relacionados con el medio ambiente y mejora de la eficiencia del gasto.

Crecimiento de los ingresos reales y del empleo por la inmigración

El documento reconoce que el crecimiento del PIB se mantendrá “robusto”, ligeramente por encima de la media de la OCDE, siendo su punto fuerte el consumo privado. Este “sostendrá” el avance apoyado por la “resistencia” del mercado laboral y el aumento de la renta real. En 2023, España fue la cuarta economía de las analizadas por la OCDE en la que más crecieron los ingresos reales (5,4%) por el mayor avance de los salarios que de los precios y también en la que más aportaron los flujos migratorios positivos al aumento del empleo (1,8%). Respecto a la inflación, la OCDE anticipa que bajará al 3% en 2024 y al 2,3% en 2025, todavía ligeramente por encima del objetivo del 2% del BCE.

En cuanto a los puntos débiles, el informe señala el envejecimiento de la población, el lento crecimiento de la productividad y la escasa inversión empresarial. “Impulsar el crecimiento y la productividad requiere una mayor innovación, mejorar las cualificaciones y mejorar los resultados de la educación, así como garantizar la aplicación efectiva de las reformas estructurales del Plan de Recuperación”, recomienda.

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